Jugando a… Alice Madness Returns

Publicado el 20 junio 2011 por Mugen

¿Qué tendrá Alicia que tanto nos fascina? Y no sólo a nosotros como jugadores, sino también a todo creador sea de cine, música, videojuegos… Matrix es Alicia en el País de Las Maravillas; y así otras tantas obras. Con ello, nos llega la versión de American McGee, oscura, gótica… pero ¿Hay algo más allá del aspecto?


¿Por qué nos encantan las niñas en lugares mágicos?

Lo interesante de una niña en un mundo desconocido guarda en su interior la grandeza de “Extranjero en país extraño”, algo que podemos también tener en títulos como Another World o el más reciente Outworld (aquí parafraseo lo que han dicho los programadores, Outland es un gran juego que tengo pendiente), pero mucho más cercano al espíritu Bioshock, siempre jugando como ejecutores misteriosos en un mundo desconocido o protectores de estas niñas.

El llegar a un lugar ignoto tiene también otro punto de vista interesante con el que trabajar, que es el “volver” a ese sitio ya no tan raro y abstracto; porque esta Alicia ya no se asusta y ve más hogar en el País de La Maravillas que en su amarga realidad, a través de un interesante juego entre paranoia y realidad; y es que ¿Es para nosotros desconocido El País de las Maravillas?

El más común de los lugares curiosos se transforma en las obsesiones de la propia niña y los personajes que por él pululan tienen mucho de su propia psique. Bien, ésta es la presentación, mola mogollón la paja mental de “¡Uauh! ¡Qué flipada de lugar y qué loca está la niña” pero tras quedar super-cultos con el rollo del extranjero ¿Ahora qué?

Alice Madness Returns es un título que lo más interesante que tiene es su narrativa, la historia y cómo se nos cuenta. Jugando con una cuidada ambientación de cuento de terror, Alice alterna pantallas de El País de Las Maravillas donde pega, salta, corre y encuentra con las del mundo real, en el que sólo camina (y camina y camina y…); siempre con la intriga de cuál de los dos mundos es real, qué le pasa en la cabeza a la tarada de Alice y de qué un poco todo. Al desembarcar en el Mundo pesadillesco, Alice despliega sus dotes de ataque, con un esquema muy a lo Zelda de Nintendo 64. Botón de enfoque que nos pone esas barras negras arriba y abajo y, enfocados, embestimos y esquivamos con distintas armas.


Muy muy parecido Alice a Link… mallas, faldas, ropitas monas

Cuando no estamos a hostias, estamos saltando con la ayuda dela falda planeador de Alice (si habéis jugado al Mario Bros 2, esto os recordará un poco a Peach haciendo el cabra… pero en plan emo y Winona Ryder) y para entretenernos entre medias, contamos con un modo en que Alice se vuelve pequeña y se le activa una visión de detective con la que descubriremos nuevos caminos.

La base jugable es muy atractiva en principio; y digo en principio porque la jugabilidad prometedora se queda sólo en eso, ya que no evoluciona, carece de combos y de una variedad de enemigos tal que nos hagan comernos el coco para matarlos. Tampoco se busca una sencillez individual que gane enteros en combinación; quiero decir que no hay mazmorras complicadas con saltos interesantes combinados con unas buenas peleas. Todo se acaba quedando en unos enfretamientos muy sencillos, unas plataformas muy sencillas y una búsqueda de items ocultos extremadamente sencilla.

Con todo esto, el “enganche” que se te mete en el cuerpo durante la primera hora gracias al arte del juego y a su jugabilidad te acaba dejando templado (que no frío, eso tampoco) al ver que no va a más y que acabas haciendo prácticamente lo mismo una y otra vez, una y otra vez; y eso, no hay ambientación encantadora que lo levante. Por otra parte, una narrativa que debería ser más potente en los momentos donde se te pide hacer cosas para avanzar, acaba muy limitada:

- “Alicia, vete a por el pan”
- “¿Pero por qué no vas tú?”
- “¡Porque no me da la gana!”
- …. ¡Maldito seas tú y tus razones de peso!


AAAAlice! Yo también planeo en saaaaalto! jo-jo-jo

Con todo, Alice Madness Returns es un juego divertido y precioso, un plataformas sencillo con momentos de combate que podría habernos dado mucho más. Alice mola mucho pero la emoción enorme que se te pone cuando arrancas con el juego se acaba transformando en un “bueno, mal no está” pero ¿Qué hubiera pasado si Alice, que recupera recuerdos perdidos escondidos, hubiera oliberado enemigos más variados y grotescos a medida que se sumerge en su castigada psique? ¿Y si los enemigos fueran más duros? ¿Y si la locura de Alice fuera una parte más rotunda del conjunto? ¿Y si…? Ocasión desaprovechada, con un poquito más habría sido un GOTY con todas las letras. Con lo que te da, se queda en ese título divertidillo, que te hará pasar un buen rato y que encontrarás perfecto cuando valga 30 euros; porque el juego no tiene nada de malo, pero tampoco nada de genial.

Estética guay

Una pena que la emoción inicial se quede en algo sólo divertidillo

(Pero el interés por sabes qué pasa después está ahí, ojo)