Jugando a la guerra

Publicado el 07 diciembre 2010 por Rgalmazan @RGAlmazan

Tener un ejército es lo que tiene. Si no hay guerra se aburren. Y claro tienen que jugar. ¿Y a qué van a jugar? Pues a la guerra. De eso se trata, de entretenerse como sea. Tendríamos que imaginarnos lo que es estar todo el día en un cuartel sin más labores que hacer que las domésticas.

El entrenamiento es necesario, pero día a día, mes tras mes, año tras año, termina cansando. Y entonces se producen los jueguecitos.

Así ha ocurrido en Melilla, en uno de esos jueguecitos denominado “Trato de prisioneros”. Como se puede suponer por el título, el ejercicio trataba de simular qué se debería hacer con los prisioneros capturados en una hipotética guerra. Y naturalmente pasó lo que pasó.

El “comando capturador” jugó con los prisioneros y “de acuerdo con lo que se debe hacer en un conflicto real”, zarandearon, golpearon y como tenían que hacer prácticas de su comportamiento como si fuera tal cual, a uno de los prisioneros le metieron un cañón de fusil por el culo, cosa, al parecer según los soldados implicados que “entra dentro de lo normal”, pues el Manual de Instrucción autoriza el despliegue de medios violentos en la práctica de los ejercicios de esta clase. Menos mal que fue en un entrenamiento.

Parecería normal, ya que se juega, que estos soldaditos fueran también adiestrados en la Convención de Varsovia y en los derechos humanos, pero claro esa parte se ve que se la saltaron en la instrucción.

Al final, les pillaron y fueron juzgados por ello, luego ellos recurrieron y el Tribunal Superior ha confirmado la sentencia de cuatro y diez meses de cárcel. Una sentencia menor.

Todo un ejemplo de disciplina castrense. Y es que hay que tener cuidado con ciertas cosas, no vaya a ser que la próxima vez  (¿o ya lo han hecho?) jueguen a militarizar a trabajadores.

Ya sé que no es lo políticamente correcto, ya sé que me llamarán demagogo. Francamente me da igual, pero, ¿alguien ha pensado que pasaría si los medios dedicados a mantener este ejército estéril, se hubieran dedicado a otros capítulos?, seguramente otro gallo nos cantara.

Aunque hay que recordar que también vivimos del comercio de la guerra. España es el sexto exportador de armas del mundo. Y entre sus clientes más importantes están Israel, Marruecos, y otros países con conflicto. Pero eso es normal, hay que obtener dinero, como sea, aunque sea con sangre. Decir que no, es estar en contra, es ir contra España, es hacer demagogia. ¡Qué le vamos a hacer!

Salud y República