Jugando con fuego, de Cristina Caviedes

Publicado el 03 abril 2012 por Xula

Jugando con fuegoCristina CaviedesISBN: 978-84-9991-023-9Formato: Rústica con solapas– 252PágsEditorial: Círculo Rojo
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Argumento

David Miranda no ha nacido en una familia marginal, no tiene problemas económicos ni un hogar desestructurado... pero David ha encontrado el modo de dejar a un lado sus escrúpulos para traficar y embarcarse en una aventura que le puede costar muy cara. El dinero fácil y unos amigos nada recomendables le sumergirán en un mundo donde sólo le queda jugar con fuego y rezar para salir victorioso de un lugar del que muy pocos logran escapar bien parados. Sólo una persona permanecerá a su lado a lo largo de los años, Claudia, quien mantendrá su fe en él a pesar del dolor y las dificultades de amar a alguien como David.

Estructura, ambientación y estilo narrativo

La novela se encuentra estructurada en 20 capítulos, comenzando en la actualidad y saltando en el tiempo (flashbacks) para recordar la historia. El hilo temporal engloba desde 1990 hasta 2009.
La ambientación la sitúa en Madrid y Málaga, aunque mucho más en la primera durante la época de los 90. Refleja los ambientes conflictivos y la situación social de aquellos años.
La historia se encuentra narrada en tercera persona, aunque desde un punto de vista omnisciente, siguiendo a todos los personajes en los momentos clave. El estilo es muy coloquial (casi de la calle) y lleno de diálogos, lo que hace que la lectura sea extremadamente ágil y fluida.

Personajes

David, como dice la sinopsis, no es un chico de una familia marginal, pero se deja llevar por una situación… y termina creyendo que lo controla todo. Se ha ido de casa y comienza a traficar. Es una solución sencilla y que le da respeto, cosa que le gusta. Se le presenta como una persona fría y calculadora, pero a la vez sabemos que tiene sentimientos que él mismo rechaza.
Claudia, una chica un poco mas joven, inocente y sencilla, que no sabe donde se mete. Reacia a tener una relación en esos momentos, pero que finalmente cae en la redes de David, creándose una dependencia.
El tercer personaje que interviene de forma activa en la historia es Raúl, amigo de David, conocido del instituto, al que Claudia recurre muchas veces para desahogarse. Leal y respetuoso hacia su amigo, pero con un deseo interior que no puede evitar…

Mi opinión

Otra vez me ha vuelto a pasar… Al igual que con la anterior obra que había leído de Cristina Caviedes (Historias de una gaviota), me quedé totalmente enganchada. Otra vez con copia en el móvil y la novela me duró apenas 24 horas.
La historia gira en torno a esos 3 personajes descritos, que están muy bien definidos y con los que nos podemos identificar perfectamente (con unos más que con otros). Tenemos a un pobre Raúl, martirizado; a una Claudia, que no sabe si va o viene… Quizá es con David con quien no podemos sentir tanta afinidad, aunque también tiene su punto.
El argumento principal en realidad es el mundo de las drogas, aunque por su forma de contarlo parezca que se centra más en la relación de los personajes. Este era un tema muy actual en la época de los 90, en el que la cosa estaba mucho peor que ahora. Yo era muy pequeña, así que no puedo opinar demasiado…
Este aspecto se toca de forma directa, pero sin ningún tipo de morbo. Esto se agradece mucho, porque a mí no me importa el tema de la sangre (soy un poco gore) pero lo de alguien metiéndose algo por la nariz… me produce escalofríos.
Lo bueno es que nos cuenta todas las partes de la historia, sabiendo todos los pequeños detalles que pasan, hasta con el personaje que parece más insignificante. Así, al final tenemos todos los datos para unir cabos.
Me ha parecido una historia muy intensa, en la que no sabes lo que quieres que pase realmente, aunque por tal como empieza la novela sabes que ellos se separaron. La relación no es de las de película, pero es REAL y por eso me ha gustado tanto. Nadie es perfecto, y esto nos demuestra que todos tenemos una cantidad de fallos considerables..
Quizá dentro de este comportamiento humano, yo hubiera actuado de otra manera. Claudia me pareció un poco ilusa a veces, creo que debería haberse dado cuenta de las cosas antes, o simplemente no soportar otro de esos momentos bipolares de David y mandarle a paseo para siempre.
En total, a la obra solo le veo un pero: ha habido algunos diálogos en los que me perdí un poco entre el silencio y la réplica, y al final no sabía quien estaba hablando. Quizá es un punto a corregir, fácilmente, solo con indicar el personaje en ciertos puntos.
Aunque el final es autoconclusivo, nos quedamos con ganas de saber un poco más. Pero no os preocupéis, porque seguramente haya una segunda parte. La autora la estaba escribiendo en su blog, con una colaboración entre todos los lectores, aunque hace tiempo que no la continua… veremos qué pasa.
Yo recomendaría esta novela a un público algo adulto, ya que hace falta una cierta madurez para leerla. A mí me ha gustado mucho, así que estoy deseando saber que puede haber pasado…

- Gracias a Cristina Caviedes por el ejemplar -