"Danza tribal". Óleo sobre lienzo - Antoni Conejo
Mejor cantando
Por Salma Abdola
Somos música, la respiración, los latidos del corazón...La naturaleza está llena de sonidos hermosos, el canto de los pájaros, las hojas al viento, el sonido del mar, entre otros. En casa tenemos muchas herramientas a mano (algunas que tal vez desconocemos) para hacer música, ya sean cacharros, tenedores, cucharas, saleros, revistas, radiografías, vasitos de plástico, etc. solo hay que usar la creatividad. Para chiquitines juguemos a reconocer los sonidos de la casa, el timbre de la puerta, el del portero, el del teléfono, el ascensor. Cuando el bebé pueda reproducirlos, podremos ofrecerle imitarlos.· Inventarnos para ellos canciones que hacen referencia a las experiencias vividas por l@s pequeñ@, le ayudarán a comprender su entorno. Podemos crear una caja de sonidos. Realizaremos un agujero en la superficie por donde el bebe pueda ingresar su mano. En ella colocaremos diferentes elementos sonoros, sonajeros, cascabeles, papeles que al arrugarse suenen (como los de galletas)... · Podemos buscar el origen de la fuente sonora en un juego que nos gustaba mucho, al que titularía, si tuviera que hacerlo, el sonido escondido. Con una cajita de música en funcionamiento (un muñeco que haga sonidos, una radio pequeña...), la escondemos (debajo de un cojín, manta, silla) y le preguntamos de dónde viene el sonido; si es pequeñ@ podemos ayudarlo jugando juntos. · Relatarle un cuento sonoro; en el podemos nombrar diferentes animales y realizar las onomatopeyas, de elementos cotidianos y siempre que podamos nombrémoslos a ellos en el cuento y a nosotros.
En tanto que evolucionan entre el año y los tres años, podemos decir que la música incita al movimiento, a ese balanceo desincronizado entre la melodía y el ritmo. Cualquier momento es apto para jugar, por ejemplo:- Para recoger los juguetes por si alguien no se la sabe la conocida cancioncita "a recoger, a ordenar, cada cosa en su lugar"- Mientras esperamos a que se haga la comida podemos armar en el medio de la cocina una gran orquesta de cacerolas ollas y cucharones, con un director de orquesta que cambia de humor rápidamente (enfadado, triste, alegre, cansado, loco, aburrido...) y hacer los sonidos correspondientes. - Mientras viajamos en el coche, o en la consulta del pediatra podemos gravar sus vocecillas con el móvil y luego reproducírselas, a mi nanita le encanta cantar y luego oírse, le hace mucha gracia.- Antes del baño es divertido jugar a pintar los sonidos, aunque como ya dije, cualquier momento es bueno. Elegimos diferentes estilos musicales y colores variados (personalmente prefiero pintura para dedos), nos sentamos frente a una cartulina o un papel grande y le damos la oportunidad que se exprese libremente en función de lo que escucha. - Una sábana de la cama puede convertirse en una cueva sostenida por dos sillas y nosotr@s junto con l@s niñ@s convertirnos en indios, simulando las danzas y el conocido grito de guerra A l@s niñ@s les encanta escuchar, inventar historias, jugar a convertirse en diferentes personajes y cantar, bailar, solo hace falta que nosotr@s, l@s adult@s nos dispongamos a sintonizarnos en su mundo fantástico. - Realizar ritmos usando el cuerpo, trotando con los pies en el suelo, las manos golpeando la mesa, seguir el ritmo en la espalda del compañero .Jugar a secuencias de sonidos, ej. una palmada, luego, la palmada y un golpe en la puerta, luego, palmada, golpe, aplauso; e ir aumentando- Inventarnos coreografías...
Estoy de acuerdo con Tchaikovski cuando dijo que sin la música habría más razones para volverse loco.