Nos ha llegado a casa un paquete muy especial. Dos cajas de juguetes Fisher Price que han hecho las delicias de mis hijos. De la pequeña porque es más adecuado a su edad y del mayor por enseñarle a su hermana como jugar. El primero es un kit de animales de madera y un dado con dibujos de los mismos animales. El juego consiste en ir apilando los distintos animales según marca el dado hasta que caen. Con esta sencilla norma se lo han pasado genial intentando apilar al cocodrilo sobre la tortuga o al elefante sobre el león sin que se les caiga la torre. No es fácil y fomenta la precisión y la emoción. A mamá también le ha costado conseguir que el elefante no se precipitara al vacío tras colocarlo encima del cocodrilo.El otro es un juego de mesa que consiste en ir completando un tablero individual con las fichas de animales que se ponen en medio. Pueden jugar hasta seis jugadores y fomenta la memoria y la retentiva. Me encantan los juguetes de madera porque son como volver al pasado pero con una imagen moderna y renovada que hace las delicias de los más pequeños. En 1930 nacieron los primeros juguetes de Irving Price y Hernan Fisher: una original serie de animales de madera pintada para arrastrar que se convirtieron en un éxito sin precedentes en la ciudad de Nueva York. Así que, ya lo sabéis, ¡una idea para añadir a la carta de los Reyes Magos!