Juguetes del viento
Imaginaos una isla donde Eolo está siempre cabreado. Imposible de domar. Nada que hacer para contener su rabia, sobre todo en los meses de verano. ¿Qué hacer? A César Manrique se le ocurrió aprovecharse de su ímpetu y ponerle a jugar, así que construyó una serie de artefactos que se ponen en moviento cuendo el viento sopla. Entra por hueco, sale por el otro y activa bloques, círculos y formas. Moviéndose. Moviéndolos.
Repartidos por Lanzarote, nos los encontramos en museos y rotondas… Lúdicos, atractivos y vistosos. Tanto hueco, tanta fuerza y tanta forma. Qué canalla.
Juguetes del viento
Juguetes del viento
Juguetes del viento
Juguetes del viento
Juguetes del viento