Tengo la suerte de tener un niño y una niña. Me he convencido este día de Reyes que sí, que efectivamente, los juegos, o al menos algunos de ellos, son sexistas. Para muestra un botón: a mi niña le trajeron una cocinita; en la caja, toda rosa, había una niña divirtiéndose de lo lindo con la misma. A mi niño, un barco pirata; la caja, toda azul. Pero resulta que el regalo estrella, entre todos los que les regalaron, ha sido, sin lugar a dudas, la cocinita. Cuando se despertó mi hijo por la mañana, lo primero que hizo fue irse al rinconcito donde estaba la cocina de juguete y empezar a cocinar unos “macarrones deliciosos”. He de reconocer que si hubiera tenido dos niños en vez de la parejita nunca se me habría ocurrido comprarles la cocinita porque instintivamente pensaba que era un juego de niñas. A los niños les gusta jugar con lo que les divierte, aunque los mayores pensemos que es o no adecuado para su género. A mi hija le gusta jugar con los coches de su hermano con la misma intensidad que a él le gusta cuidar de su “bebé” de juguete y a la inversa. Como he dicho en alguna ocasión no me gusta dar consejos pero si alguna vez vuestro hijo o hija os pide un regalo que os pueda parecer que no le pega, vamos a decirlo así, hacer más caso del instinto de los pequeños. Creo que en este caso saben más que nosotros.