Cada vez que me dispongo a escribir o a preparar el contenido de una nueva publicación, ya sea de cine o del apartado dulce, me he dado cuenta de que sigo un pequeño ritual para inspirarme, para, dicho así de una manera profunda, buscar dentro de mí lo que quiero expresar en cada uno de mis post, que ya habrás comprobado que termino escribiendo tonterías en la mayoría de ellos, jajajaja, pero bueno, eso no quita que intente reflexionar para conseguir que sean diferentes, otra cosas es que consiga la inspiración necesaria. ;-)
Y te preguntarás qué es lo que hago para indagar e intentar sacar algo de provecho, pues, es algo tan simple como escoger una bso de mi colección, que no tengo pocas, te lo aseguro, si puede ser de las instrumentales o de esa música rara que escucho, según mi hermana cada vez que entra en casa y la oye desde la escalera, momento en el que ya sabe que estoy metida en la cocina entre harina, huevos y demás, jajajajaja. Sí, reconozco que soy bastante predecible y, puede que con un gusto o una sensibilidad especial, como no se cansaba de decirme mi profesora de música de cámara cuando estudiaba en el conservatorio, no sé. Lo único que tengo claro es que, cuando me meto en la cocina, no puede ser en silencio y, aunque a veces ponga otro tipo de cds, en la mayoría de las ocasiones me acompaña una melodía de película que consigue que me introduzca en un universo paralelo y que me deje llevar.
Y no sólo la necesito cuando preparo cada una de las recetas que voy publicando o que voy probando, también lo hago cuando busco ideas por la red y, claramente, cuando escribo cada uno de los post, como estoy haciendo ahora mismo, que tengo una lista en el Spotify en donde he ido añadiendo mis soundtrack favoritos la cuál, dicho sea de paso, le he ofrecido a mi hermana pero, me la rechazó directamente porque dice que le entristece, qué se le va hacer, jajajaja. Razón no le quito, si te soy sincera, pero si necesito esa pizca de emoción para trabajar e el blog, no hay nada mejor que perderte en diferentes historias con cada bso, y seguirme emocionando como la primera vez que las disfruté
En otra ocasión te hablaré sobre mis bso favoritas, porque soy tan friki en este tema que podría ser un post eterno y, tengo que centrarme en lo que toca hoy, que, como ya sabes, al ser 10 de septiembre no puede ser otra cosa que mi aportación al reto Reposteras por Europa que organiza Pili, del blog Tothom a la cuina y del que soy, nada más y nada menos que yo, la encargada de escoger el destino al que viajamos tras el descanso por las vacaciones merecidas.
No se me ocurrió mejor destino que visitar el país en donde vive una pequeña parte de la familia de mi padre y, el cuál, no he podido visitar, aunque no me faltan ganas, no te lo voy a negar, Noruega.
Noruega es un territorio que se organiza en 19 provincias diferentes y en donde el idioma oficial es el noruego, aunque también se habla el Bokmal y el Nynorsk. Su capital es Oslo y está considerada una de las ciudades más bonitas y visitadas del mundo pero, el atractivo principal del país son sus espectaculares e indescriptibles paisajes naturales, como los conocidos mundialmente Fiordos noruegos, un lugar en donde no me importaría teletransportarme ahora mismo y respirar ese aire puro, que lo cura todo, y enamorarme del espectáculo visual que tiene que ser verlos en directo, sin duda.
Su capital, Oslo, es conocida por su gran oferta cultural en la que destaco, entre otras muchas actividades, la Galería Nacional, en donde puedes contemplar en directo el mítico cuadro de Edvard Munch, El Grito. Por cierto, hablando de Munch, está apunto de inaugurar una exposición temporal en el Museo de arte Thyssen-Bornemisza, en Madrid, "Arquetipos", dedicada al pintor noruego. Espero poder darme un salto a verla.
En cuanto ala gastronomía de Noruega, lo que más destaca es la utilización de los productos locales como el pescado, la carne, el cangrejo real, el cordero, las moras...es un país que aprovecha muchísimo los productos de la zona y que cada vez destaca más por su cocina.
Entre sus postres más conocidos y que, sin duda, veremos en el recopilatorio del reto, se encuentran platos dulces como el Multekrem (compuesto por moras de los pantanos acompañadas con nata montada), el Riskrem (gachas de arroz mezcladas con nata montada y servidas con salsa de bayas) o el famoso Kransekake (una tarta de galletas en forma de anillos y colocadas una encima de otra de mayor a menor, típica en la época de Navidad).
Entre los ingredientes que más utilizan los noruegos en sus recetas, se encuentra el que da sabor a mi elección para el reto, tradicional en Navidad, el cardamomo.
Y, sin más, que ya es hora, te paso a explicar mi aportación, el famoso pan de Navidad noruego, también conocido como el Julekake (pastel de navidad), una especie de brioche con cardamomo, pasas y frutas confitadas que los noruegos hornean y comparten, especialmente en las fiestas navideñas. Julekake se le llama a los postres o pasteles tradicionales de navidad en este país escandinavo y, por consiguiente, son muchos los que llaman también así a este famoso pan.
Ingredientes para cuatro Julekake:
- 280 gr. de Mantequilla Sin sal derretida.
- 2 tazas y 1/2 de Leche.
- 50 gr. de Levadura fresca.
- Sobre 1 kg. de Harina de todo uso (Le vas echando a la mezcla poco a poco la que le haga falta).
- 125 gr. de Azúcar.
- 1 Cucharadita de Sal.
- 2 Cucharaditas de Cardamomo molido.
- 150 gr. de Pasas.
- 1 Taza de Fruta confitada, piel de cítricos...
- 1 Huevo para pintarlos.
Preparación:
- Comienzas mezclando los ingredientes húmedos y el azúcar en un bol y, poco a poco, le vas añadiendo la harina a ojo y amasando, hasta que la masa se despegue de las paredes del bol de la batidora o no se te pegue en las manos, si la amasas a mano.
- Le añades las pasas y la fruta confitada y dejas reposar en un bol engrasado con aceite hasta que doble su tamaño, al menos, sobre dos horas.
- Cuando haya doblado su tamaño, lo amasas, de nuevo, con las manos y divides la masa en cuatro partes y la redondeas.
- Puedes dejarla así, trenzarla...o darle la forma que más te guste.
- Los colocas e la bandeja en la que los vayas a hornear y los dejas reposar, de nuevo, hasta que doblen su tamaño, al menos, unos 35-45 minutos.
- Precalientas el horno a 200 grados.
- Bates un huevo, pintas con cuidado cada julekake y los horneas durante 45 minutos aproximadamente o hasta que se doren, et...Voilà!! Ya están listos para acompañar cualquier bebida caliente y para untarlos con mermelada, mantequilla o el famosos queso marrón noruego y viajar a esa entrañable navidad escandinava a través de cada bocado.
En casa, gustó mucho mi aportación noruega al reto de este mes, espero que te atrevas a probarlo y que me cuentes tu experiencia a través de un comentario o de cualquiera de las redes sociales con el hashtag: #SucreriesPassions.
Hoy hice un poco más extenso el post y te conté mi pequeño ritual para trabajar en el blog ¿tienes alguno para cuando trabajas, ya sea en tu página o en tu día a día? Y termino con una frase de una canción que no me quito de la cabeza desde ayer "...caminar hacia adelante, aunque tengas que sufrir, eso es VIVIR". Que nada te borre la sonrisa. Nos leemos pronto. MJ.