Esencia
Mayo 2013
416 Pág
18€
La ladronzuela Jewel Combs ha aprendido a sobrevivir en las calles de Londres y sabe que está condenada a la prostitución y a la deshonra. Pero el destino es caprichoso y quiere que su última víctima sea un caballero herido de muerte, quien, antes de fallecer, le propone matrimonio con el fin de burlarse de su familia. A Sebastian, conde de Moorland, no le hace ninguna gracia que la descarada viuda haya ido a reclamar la herencia de su primo. Sin embargo, la joven le brinda una oportunidad para reírse de la alta sociedad. Pero con lo que no contaba el conde es con que Jewel acabara convirtiéndose en Julia Stratham, una dama encantadora cuyas dotes de ladrona le robarán el corazón.Karen Robards es una autora de las de siempre, sin embargo nunca me he llevado demasiado bien con ella en cuanto a romántica histórica se refiere. Novelas como El ojo del tigre o Canción de amanecer me parecieron en su momento infumables, sobre todo la última. Sin embargo llevo meses detrás de leer una novelas de las de antaño. De esas que desde el primer segundo sabes que te van a gustar, que los protagonistas te van a arrastrar a su mundo y en definitiva que vas a suspirar entre sus páginas. Así que cuando vi que Esencia publicaba Julia, una de las primeras novelas de la autora, y tras leer un argumento tan llamativo decidí arriesgarme. Y acerté totalmente. Desde que conocí a Jewel lo supe. Es una chica que vive en la calle desde siempre, no tiene familia y se gana la vida robando relojes, pertenece aún sin quererlo a una banda de ladrones, y es por ellos donde se ve envuelta en la mayor aventura de su vida. Queriendo robarle a un joven lord este acaba herido y antes de morir le propone a Jewel matrimonio con el fin de chafar a su familia, la última broma macabra que haría.Así de decidida se va Jewel con su certificado de matrimonio a la mansión de los Stratham. La primera escena entre Sebastian y Jewel es simplemente maravillosa. Por un lado tenemos a un lord estirado, cínico, aburrido de la vida y distante, un hombre que jamás sonríe y sobre el que pesa el rumor de matar a su esposa. Y por el otro Jewel, una chica andrajosa, mal hablada, con muy malos modales, irritante, contestona...en resumen la frescura y sobre todo el reto que Sebastian necesitaba en su vida.