"Esto se está convirtiendo en un juicio espectáculo", ha declarado Mark Stephens, abogado de Assange. El juez de la Corte de magistrados de Westminster que tramita la solicitud de extradición por presuntos delitos de índole sexual otorgó una libertad sometida a tres condiciones fundamentales: fianza de 282.000 euros (240.000 libras), obligatoriedad para Assange de portar un brazalete electrónico de control y retención del pasaporte.
Ha sido un día de sobresaltos en el Tribunal de Westminster que le juzga. Por unas horas, todo apuntaba a que sería puesto en libertad, según comunicaron sus propios abogados. La noticia se aguó.
La alegría que embargaba a los más de 100 manifestantes congregados frente al tribunal que tramita su solicitud de extradición se convirtió en decepción al conocerse la apelación de la Fiscalía sueca.
El abogado Stephens clamó ayer contra las condiciones en que se encuentra detenido su cliente. "Assange es un hombre inocente en condiciones dickensianas, victorianas, en la prisión de Wandsworth", ha asegurado.
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