Julio Borges, el (anti)político de Granier

Publicado el 05 enero 2017 por Jmartoranoster
Luego de un 2016 lleno de errancias desbocadas por parte de la MUD y el fracaso de Henry Ramos Allup al frente de la Asamblea Nacional, el secretario general de Primero Justicia (PJ) toma posesión de la presidencia legislativa para el año 2017.
Su nombramiento está directamente relacionado a la mayoría de curules por parte de PJ en el Hemiciclo, por ser antiguo jefe de bancada (según el pacto llegado en diciembre de 2015) y por la relación directa entre PJ y el Centro Belfer de la Universidad de Harvard, centro de estudios donde trabajan refinados sicarios que trabajan actualmente, coordinados con organismos internacionales, para asfixiar financieramente a Venezuela en esta nueva fase de la guerra. A continuación un perfil de este hijo del Grupo Roraima publicado hace dos años.
El perfil fue publicado originalmente el 26 de febrero de 2015. MV
¿Quién no recuerda el programa del desvanecido RCTV Justicia para todos en 2001? Un desganado Borges que juzgaba a cada individuo al mejor –rancio– estilo de Laura en América con el condimento legal necesario para mantener el parapeto sensacionalista. No es de extrañar que Rafael Poleo alguna vez se haya referido a Julio Borges como un político creado por Marcel Granier, si precisamente fue su canal de televisión el lobby que catapultó al de Primero Justicia (PJ) al reconocimiento social. Y no precisamente por buena gente. Borges estudió Derecho, primero, en la Universidad Católica Andrés Bello, para luego irse demasiado y formarse en la jesuita Boston College (maestría en Filosofía Política) y en la británica Oxford (maestría en Políticas Públicas y Estudios de América Latina). Allí recibió la educación traducida en directriz ideológica y política: no obstante, de las cátedras de relaciones públicas en Oxford han salido joyitas como el monarca Abdalá II de Jordania, el magnate de medios de propaganda Rupert Murdoch, Bill Clinton y el narcoparaco Álvaro Uribe. Antes de fundar PJ, Julio Borges tomó las riendas de una ONG llamada Asociación Civil Primero Justicia en 1992. Le llamó a su ministerio “Justicia de Paz”, con el que fue haciéndose eco dentro del bufete corrupto que la Cuarta formó con austeridad. Logró con esta organización meterse en la redacción de la Constitución de 1999 promovida por la Constituyente convocada por el Comandante Chávez. Así, Borges cobró vida en la escena política del país de la mano con el traje de juez que Granier le regaló. Ha sido demostrado que esta ONG recibió financiamiento por parte de Antonietta Mendoza de López, madre de Leopoldo, quien por aquella época (1998) ocupaba el cargo de gerente de Asuntos Públicos de la División de Servicios de Pdvsa. Esta señora habría entregado un cheque por BsF 60.060 (sesenta mil sesenta bolívares fuertes) a la Fundación Interamericana (IAF, en sus siglas en inglés), organismo autónomo del Gobierno de los EEUU, en beneficio de la ONG comandada por Julio Borges. Este caso de corrupción fue justificado por el mismo “juez” conectando este dinero con el desarrollo del programa “de paz”; “más bien me siento muy orgulloso de eso”, dijo sin escrúpulos en 2013.
El nombre de Julio Borges se relaciona directamente con golpe
El partido PJ fue creado en el año 2000 por la tríada Capriles-López-Borges, con iniciativa y planificación de éste último, al parecer el “mejor preparado” (dilema en curso). Desde entonces, Julio Borges no ha dejado el curul de diputado por el estado Miranda hasta la fecha ni su cargo como coordinador general del partido. Tony Cartalucci comenta que el partido Primero Justicia (PJ) recibió cerca de una década fondos monetarios dispuestos por la Fundación Nacional para la Democracia (NED, en sus siglas en inglés) a través de la ONG para su mantenimiento y acciones. Asimismo, el Centro Belfer de Harvard, think-tank del Imperio, mantiene en su agenda el apoyo financiero y formativo de grupos opositores “venezolanos” –metan en el saco a PJ–. Cabe acotar que uno de los prominentes becarios no-residentes de esta institución es el exdirector de la CIA, David Petraeus. Ficha de Wall Street, como lo apunta Cartalucci, ha sido uno de los agentes más activos contra Venezuela Bolivariana, tanto por la venia mediática de que goza como por la inmunidad parlamentaria con que se arropa. Quién duda de su vena golpista: en este video se muestra (11 abril de 2002) como portavoz, junto a sendos personajes del fascismo criollo –Leopoldo López, Armando Briquet, Gerardo Blyde y Henrique Capriles Radonski–, exigiendo la renuncia de Chávez, asimismo de todo el ejecutivo y la directiva de Pdvsa de ese entonces. Un anticipo, pues, del decreto de Carmona. Se cuidó –al igual que Capriles– de no firmar el carmonazo, aunque sí lo hizo López. En 2005 intentó ser candidato a la presidencia contra el Comandante Chávez, pero más pudo “el filósofo del Zulia”, Manuel Rosales, para ser el portavoz criollo del 1% aquella vez. Todos sabemos cómo terminó la pugna (en KO). La alianza López-PJ se resquebrajó en 2009. El Ken político venezolano acusó a Borges y a Tomás Guanipa de usurpar el nombre de su nuevo movimiento Voluntad Popular. Ahí empezó el divorcio que terminó, dicen las malas lenguas, en un impasse con relación a la visita de los expresidentes en enero de 2015. Se le ha acusado a Borges de hacer negociaciones detrás de la cortina con el Gobierno Bolivariano, y quién, por las cholas de Judas, puede dudarlo: Patricia Poleo pitó que el dirigente de PJ mantuvo nexos con los militares golpistas recientemente descubiertos por el gobierno que preside Nicolás Maduro (Operación Jericó). El nombre de Julio Borges se relaciona directamente con golpe, no precisamente entre ceja y ceja
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