Juntas Vecinales

Por Monpalentina @FFroi

Las Juntas Vecinales son las encargadas de gestionar los montes, los pastos o los cotos de caza y aunque la dejadez y la desidia han permitido abusos muy sonados y a todas luces consentidos en un buen número de ellas, ya estaremos atentos para ver cómo presenta las cuentas la Diputación, una vez que todos estos recursos pasen a sus manos.

Nueve de cada diez entidades locales menores de Castilla y León, cuando no todas -veremos a ver cómo prospera la nueva ley con la que los gobernantes en el poder parecen contentos-, tienden a desaparecer definitivamente.
Esta historia no es nueva. Hace más de 20 años, recuerdo un Concejo que tuvo lugar en las escuelas de San Salvador de Cantamuga, donde el alcalde del Ayuntamiento expuso entonces que podía llegar a desaparecer, si en unos días no se había elegido un alcalde entre los vecinos.
A todos nos pareció entonces un poco tremendista este planteamiento, pero lo cierto es que había ya evidentes dudas con respecto a esa figura de la Junta que tanto significado alcanzó por estos lugares tan alejados de la capital. Hace por ahora un año que el Gobierno informó que sólo un doce por ciento de las mismas habían rendido cuentas, convencidos acaso de que nadie vendría a pedírselas, entretenidos como estaban los gobiernos de turno en solucionar cosas de más enjundia.
En Castilla y León se contaban a esa misma fecha 2232 entidades menores, casi un 70 por ciento de las existentes en España, destacando las de León con 1234, 634 en Burgos y 226 en Palencia.
Parece que el acuerdo básico suscrito por el Presidente de la Junta y Julio Villarrubia, secretario del PSCyL en octubre del 2012 y donde se recoge el compromiso de no suprimir ninguna entidad local menor, es un papel mojado y muy pocas sobrevivirán al rodillo del gobierno central.
Hay algo evidente: nadie va a solucionarles los problemas, como lo hacen ahora mismo los representantes que fueron elegidos mediante voto por el pueblo. ¿Un ejemplo? La carestía de agua que sufren muchos de ellos en verano y cuyo servicio se mantiene porque el alcalde se encarga de abrir y cerrar la llave cada día.
Desde esta modesta parcela, yo también estimo que esto es un ataque más al mundo rural, muy disperso, cada vez más necesitado, donde los pocos que quedan no tienen voz ni voto y muy poco podrían hacer si lo tuvieran.
Imagen:  @Pumar59 Para la sección "La Madeja", en "Diario Palentino" y Globedia.