“Juramentada” es el último libro publicado hasta el momento por Brandon Sanderson de “El Archivo de las Tormentas”. Precisamente, este año 2020 que acaba de empezar está previsto que vea la luz un cuarto libro de esta saga y voy a tiempo de tener que esperar con ansia su publicación. No es fácil reseñar una obra tan extensa y repleta de acción y trama tan compleja como “Juramentada” pero espero estar a la altura de las circunstancias. ¡Va por ti, querido Sanderson!
Esta tercera entrega comienza justo donde terminó “Palabras radiantes”, con una Humanidad acechada por una nueva Desolación con el regreso de los Portadores de Vacío y con la llegada de una Tormenta Eterna. Así las cosas, nuestros protagonistas (sobre todo Dalinar, Shallan y Kalinar) se tendrán que poner las pilas para poder hacer frente a un peligro que siempre acaba con la destrucción de la civilización. Buscar aliados para combatir este mal, conocer más sobre los Radiantes o los spren, entender el funcionamiento y el sentido de la torre de Urithiru, o desvelar los misterios ocultos en las antiguas escrituras, serán sólo algunas de las muchas misiones que estos personajes (y otros muchos con un papel bastante relevante como Adolin o Renarin), deberán llevar a cabo para enfrentarse a esta Desolación. No puedo decir mucho más de la trama para no revelar ningún secreto, pero ya te adelanto que pasan mil cosas, se destapan bastantes secretos, se le da la vuelta a algunas cosas que dábamos por sentadas y, además, esta vez es el turno de conocer más sobre el pasado de Dalinar (al igual que en los anteriores libros se hiciera con Kalinar y Shallan). Y mucho ojo, porque no te vas a esperar en absoluto este pasado, aunque ya habrás sospechado en los anteriores libros que debe ser un pelín turbio…
En general, estoy bastante satisfecha con “Juramentada”. Avanza muchísimo en la trama, da a conocer varios aspectos del Cosmere profundizando mucho en su naturaleza, tiene una acción trepidante y de nuevo sus personajes aparecen con una compleja psicología que los hace muy humanos con sus miedos, errores y reflexiones. Pero también tengo que decir que no ha sido mi libro favorito en lo que va de saga, y es que considero que, en su infinita extensión, en ocasiones se descentra demasiado de la trama principal, eternizando algunos pasajes que, aunque necesarios, se hacen un poco pesados. Además, más bien al final del libro me ha parecido que se apresuraba el ritmo de algunas escenas, precisamente en las que esperaba una mayor explicación. No pasa nada, sigue siendo una novela de 10 y de esas que te hacen plantearte cómo es posible que una mente humana sea capaz de imaginar tanto y estructurar un mundo tan bien a pesar de estar basado únicamente en la fantasía.
Si eres asiduo a Sanderson, no te sorprenderá tanto su maestría a la hora de manejar el género de fantasía, al que ha llevado a un nuevo nivel ayudando a que goce de su mejor momento. Ahora, sus hordas de fans esperaremos con impaciencia la publicación de “El ritmo de la guerra” para volver a Roshar y ver qué nos depara ahora. Aunque soy una persona bastante paciente, esto no se aplica a la espera de libros que continúan sagas que ya he empezado, así que ya veremos cómo lo llevo. ¿Algún consejo?