La región de Kamptal, de donde procede este vino blanco, obtiene su nombre del río Kamp, que fluye directamente a través de la región, y donde se encuentra una de las ciudades austriacas más productoras de vino, Langenlois. Con una superficie de más de 3.800 hectáreas, es una de las zonas de más éxito en Austria, junto con Wachau. Y como allí, las uvas principales que se producen son la Riesling, y la Grüner Veltliner. No la conocíamos…y este año es el segundo vino de esta variedad que probamos !
En este vídeo os podéis hacer una idea de lo que se puede encontrar en Kamptal, y en Langenlois.
La bodega Jurtschitsch tiene un origen familiar, mantenido en la actualidad por la nueva generación, Alwin y Stefanie, que previamente habían cogido experiencia trabajando en bodegas de Francia, Nueva Zelanda y Australia. Lo primero que hicieron fue convertir progresivamente el cultivo en orgánico, para luego reducir la superficie de cultivo y concentrarse en las viñas que pudieran expresar mejor su origen. Se definen como “granjeros”, gente que elabora vino siguiendo la tradición, de forma artesanal, tratando de ofrecer placer al beber, sin convertir el vino en algo barroco o pesado. Un vals mejor que una sinfonía…
Y lo consiguen, este Grüner Veltliner es un vino vibrante, con toques salados, cítricos, y un punto de pimienta blanca, que deja un recuerdo ácido en la boca que invita a beber más. Nace en colinas montañosas de roca primaria y gneiss, en terrazas sobre el río (ver en post anterior la clasificación, aquí). Fermenta en depósitos de acero inoxidable, a temperatura controlada, y se deja reposar con sus lías antes de embotellarlo.
Un vino blanco fácil, veraniego, sin más pretensiones, y a la vez, muy bien elaborado, que hemos descubierto de la mano de Wineissocial.