Justino es un ex minero superviviente de un accidente que costó la vida de siete de sus compañeros. Harto de la situación social y económica que vive el país, decide impulsivamente convertirse en un justiciero social. Vestido con su mono de trabajo, cual superhéroe, sacudirá las conciencias de aquellos corruptos que han hecho un disfrute personal a costa del dinero público. En el camino conocerá a Ramón y con él compartirá aventuras, penas y alegrías. Mientras crece un fervor social hacia sus heroicas acciones y mientras la policía intenta darles cerco. Una “Road movie” en la que nuestros protagonistas confunden ficción y realidad cuales Quijote y Sancho.
Hovilk Keuchkerian y Álex Angulo aunque hay más actores en la película son los protagonistas indiscutibles de esta película entrañable. Dice verdades como puño y lo hace de manera que duele,de tal forma que te das cuenta y en cierta manera sientes a todo el mundo reflejada en la cinta. Es una producción valiente, en la que la crítica social a muchas cosas, entre ellas a la sociedad dormida se palpa a lo largo y ancho de esta historia. Es una trama sencilla pero que se va complicando pero que da juego hasta la palabra FIN. Sales del cine y no dejas de pensar en Justi&Cia, dos personajes complejos y cada uno con un pasado y presente bastante negro que deciden poner un poco de color a sus vidas, cogiendo lo malo por los cuernos e intentando cambiar algo de lo que está pasando en España. No es una película futurista, ni tampoco cuentan algo que no sepamos, pero lo maravilloso de esta cinta son los actores Hovilk Keuchkerian y Álex Angulo, sin quitar merito a Marta Larralde ni al resto de secundarios, pero es que las elecciones del director Ignacio Estaregui de estos actores, ha sido maravillosa. Una road movie como pocas se han hecho en este país, valiente, comprometida y encantadora. No os voy a negar que no lloré porque tiene momentos duros y tristes, pero en otros pequeños instantes me reí mucho. Indispensable para las personas que quieran ver cine comprometido, cine sin todo "happy" y tiñendo la realidad, porque en Justi&Cia la realidad no está maquillada, está puesta en bandeja.
-Agradecimientos a la agencia de comunicación
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