Justicia climática

Por Ciberculturalia
Al final las voces más pesimistas han acertado. El acuerdo de Copenhague no deja de ser tan solo una declaración política no vinculante. Resultado vergonzoso al que han llegado después de dos semanas reunidos todos los líderes mundiales y con dos años de previa preparación por el Panel Intergubernamental del Cambio Climático.
Primero hubo un acuerdo muy forzado, que ya se viene llamando la "fallida propuesta de Obama", acuerdo que se cocina el jueves 17 por la noche, entre 26 países, entre los que destacaban EEUU, Brasil, India, China, Francia y España. Países seleccionados por la presidencia danesa entre los 192 presentes.
Al día siguiente, cuando ya Obama había abandonado la Cumbre, ese acuerdo se rompió por el rechazo frontal de Venezuela, Bolivia, Cuba, Nicaragua y Sudán. Rechazo no solo por sentirse excluidos sino también y principalmente, por el paupérrimo resultado propuesto. En este sentido les animo a una visita al blog de mi amigo Felipe, "Reflexiones", donde se puede ver el vídeo del discurso pronunciado por el Presidente Chavez. Un discurso, directo e importante.
Según las reglas de la Convención de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, el acuerdo tiene que ser aprobado por unanimidad en un plenario. Como consecuencia el acuerdo de los poderosos duró tan solo unas horas. El resultado final es un acuerdo de mínimos y no vinculante, para vergüenza y rabia de la humanidad entera.
A modo de recuerdo, y brevemente, antes de iniciarse la Cumbre, estos eran los puntos esenciales a negociar:
* Cuánto, cuándo y quiénes deben reducir sus emisiones de gases con efecto invernadero
* Cuánto dinero se debe otorgar a los países pobres para mitigar las consecuencias del cambio climático.
* Cómo implementar mecanismos de verificación de la reducción de CO2.
Estos son los acuerdos pactados en la Cumbre:
* No se fija una emisión de gases de efecto invernadero aunque la voluntad política expresada por los países desarrollados es la de disminuir las emisiones. Ninguna concreción.
* Se establece una cantidad anual para ayuda de los países en vías de desarrollo: 30.000 millones de dolares entre 2010 y 2012, con la intención de llegar en 2020 a los 100.000 millones.
* Se indica el objetivo de no sobrepasar la subida de más de dos grados en la temperatura pero sin compromiso claro y explícito en la forma de lograrlo
* No se llega a un acuerdo para la creación de una unidad que controle la eficiencia de los objetivos marcados.
En definitiva, un acuerdo de mínimos que nos hace sonrojar de vergüenza y de rabia y que queda muy lejos de los objetivos marcados tanto por el IPCC como por las ONG que han contribuido estos dos años al debate.
* Los países ricos no se han comprometido a una reducción de emisiones del 40% en 2020 respecto a los niveles de 1990, año de referencia.
* Los países industrializados no han reconocido en ningún momento la existencia de una deuda climática de hace décadas. No conviene olvidar que EEUU es el país con mayor responsabilidad sobre el cambio climático tanto por las emisiones históricas como por las emisiones por habitante.
* La Unión Europea no ha sido capaz de mostrar su liderazgo e influir sobre los dos grandes escollos, Estados Unidos y China, para una reducción de emisiones.
* Los 100.000 millones de dólares, en el horizonte del 2020, para ayudar a los países pobres se ha formulado como un objetivo sin un compromiso veraz.
Este pacto de mínimos es tan débil e incompleto que no previene las gravísimas consecuencias del cambio climático para el Planeta.
La siguiente cita es en México, en 2010 con el compromiso, al parecer, de conseguir convertir esta especie de declaración política que llaman acuerdo, en un acuerdo real y vinculante. Más espera.
Parece que los líderes mundiales son cortoplacistas y no les importa más allá de su propia periodo de gobernanza. No les importa que esta década sea la década más calurosa de la Tierra desde hace 2000 años con las consecuencias que ello trae: desertización sequía y falta de agua. No les importa la supervivencia de millones de personas cuyas vidas dependen de poder beber agua potable.
Yo desde este blog seguiré el tema, cada vez con mayor interés y con el objetivo de luchar, cada uno con sus propios medios, por una Justicia Climática que evite que los países más pobres paguen las consecuencias del cambio climático por causa de un desarrollo feroz e insolidario de los países más poderosos del planeta.
Les dejo este vídeo muy significativo: