¿justicia, sinceridad y amor, sin vivirlos yo mismo, primero? (i)

Por Mbbp

Sabes que no me gusta cebarme ni recrearme en lo negativo que hay en nuestro interior, en el mundo y en nuestra vida. Pero para mí hoy la vida y todo lo que hay en ella pasa por ser bien consciente de lo que se puede cambiar y hacer en ella. Incluso mi libertad y mi amor dependen de mi consciencia en ella y de aceptar la realidad tal como es… aunque con el anhelo de no resignarme, sino hacer por cambiarla y elegir lo que quiero o no en ella!

Son momentos difíciles en nuestro mundo, pero necesarios para vaciar de negatividad del mundo actual y, a cambio, llenarlo con ilusiones y fuerzas para el cambio, personal y colectivo! Deberemos cambiar cada uno de nosotros y nuestra actitud en la vida privada para, después, sumando todos, cambiar el mundo. “Qué felices éramos cuando éramos ignorantes” me decía una amiga mía hace muchos años, cuando nuestro corazón era joven y rebelde… y nuestra juventud y rebeldía, baldías! Pero, con la madurez, uno aprende que la vida que vivimos cada uno de nosotros depende de nuestra actitud en ella y que el mundo que habitamos no es más que la proyección de lo que sentimos dentro! Quizás por ello hay tanta gente confusa, cobarde y/o desorientada que se nutren de la desgracia ajena, se desorientan en la incertidumbre del mundo y/o esconden la cabeza bajo el ala o huyen de su realidad concreta o solo sueñan, para intentar que pase el tiempo sin dañarles… y sin asumir el riesgo de sentir lo que sienten dentro y vivirlo, hacia afuera… y cambien lo necesario para poder vivir lo que merecen!

Tal vez yo antes, sin saberlo, fui uno de tantos! Durante gran parte de mi vida sufrí -como todos- tanta injusticia como para haber malogrado mi historia… y mi vida, entera! La injusticia ha sido una constante en mi vida, mucho más que el amor que tanto necesitaba! Huelga dar nombres y describir situaciones concretas, pero mi vida estuvo plagada de injusticia que yo mismo toleraba… y permití que me afectara! Despedidas para siempre y silenciosas, desamores ajenos, situaciones adversas propias y ajenas, ausencias amargas a raudales, sonrisas robadas, palabras vacías o no dichas y esperadas, silencios premonitorios… dolor encapsulado que he tardado demasiados años en sacarme de encima, hasta que me permití que el amor inundara mi vida y todo lo que hay hoy en ella! Pero así fue mi vida y el mundo que vivía… como yo permití que fueran!

Pero el amor abrió mis ojos y me enseñó a vivirlo por dentro y, siempre que puedo, también por  fuera! Sin negar las evidencias, hoy creo que el amor, día a día, va aposentándose en mi vida! Y para lograrlo, tengo que aprender a deshacerme de mi, a veces, injusta historia y su recuerdo, de mis falsas creencias y concentrarme en lo que siento y vivo, ahora! No sé si es verdad que “lo que das, la vida te lo devuelve con creces“! Pero sí sé hoy que, sin probarlo, mi vida sería como ha sido hasta ahora… y eso no me convence! Tuve miedo y me regaló miedo, pena y desdicha! No daba amor y recibí sufrimiento y desamor! No confiaba en la vida y me devolvió muchas más razones para desconfiar de ella! Y eso no hizo mejor mi vida, ni mi paso por ella, de eso sí estoy seguro! ¿Qué pasaría si cambiara los términos y diera todo aquello que anhelo yo en mi vida, sin esperar nada a cambio? ¿Que me podría suceder si, por primera vez, siguiera fielmente a mi corazón y dejara brotar todo lo que hay dentro? ¿Tendría más justicia de la que tuve cuando solo la buscaba por fuera? ¿Tendría más amor que cuando, por miedo, lo escondía en mi corazón también lleno de dolor y sufrimiento? ¿Y si sacando el miedo y el dolor de mi corazón, al final saliera todo el amor que también llevo dentro… y que el mundo de mi alrededor tanto necesita?

“Uno de mi calle me ha dicho que tiene un amigo que dice conocer un tipo que…” (Joan Manuel Serrat)

Continuará…

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