Después de una semana viendo en Internet y en el telediario lo acontecido al joven Bieber, incluso lo conmocionada que se mostraba Andreíta en Twitter por su detención, me resulta inevitable volver a cuestionarme qué tipo de personas alcanzan notoriedad, cuáles son conocidas, incluso admiradas, y sobre quiénes se escribe o habla. Pero ayer me topé con un resumen de la biografía de Irena Sendler, una mujer que debería ser considerada como una de las más grandes de nuestro tiempo. No sé cuántos leerán esta entrada, pero, por pocos que sean, merecerá la pena poner mi granito de arena para que su historia sea algo más conocida.
Irena fue una joven enfermera que trabajó en un gueto varsoviano durante la II Guerra Mundial y quiso ayudar a escapar a los niños. No podía garantizar el éxito de su empresa, pero ella y sus familiares sabían que si permanecían allí morirían, bien por el tifus o bien por ser llevados a un campo de exterminio. Consiguió sacar a los pequeños metidos en cajas, sacos, bolsas de basura… incluso en ataúdes. Otra estrategia consistía en “disfrazar” a los niños judíos de inmaculados católicos y sacarlos a través de la iglesia.
Fue detenida por la Gestapo. En su primer interrogatorio le rompieron las piernas y los pies y la siguieron torturando diariamente en la prisión donde la ingresaron, Pawiak, un verdadero infierno. El resto de su vida lo pasaría en una silla de ruedas. Pero nunca desveló el nombre de ninguna de las personas que le ayudaron, ni de ninguno de los niños a los que había puesto a salvo.
Al terminar la guerra, continuó con su labor tratando de reunir a los niños con sus familias. Había enterrado unos tarros de cristal bajo un árbol con el listado de sus nombres reales. Desgraciadamente, la mayoría de estos familiares habían sido ejecutados.
Su vida fue sencilla y anónima. Sus méritos tardaron en ser reconocidos (en Polonia durante mucho tiempo se la consideró simplemente una “amiga de los judíos”). Recibió la condecoración del Águila Blanca, ¡a los 93 años! Cuatro años más tarde fue propuesta al premio Nobel de la Paz, pero se decantaron por Al Gore… Unos meses después, falleció.
Irena Sendler salvó a más de 2.500 niños.
* Para los serieadictos, su vida se cuenta en The Corageous Heart of Irena Sendler, protagonizada por Anna Paquin (Sookie en True Blood).
Yo no hice nada especial, era lo mínimo que una persona en sus cabales podía hacer”.