A diferencia del chimango, su primo más pequeño, el carancho suele ser bastante más arisco para fotografiarlo desde un vehículo o caminando incluso es más difícil, sin embargo en algunas pocas oportunidades algunos permanecen lo bastante cerca como para tomarle una foto aceptable, eso depende del ancho de la calle y los alambrados donde se posa y de lo acostumbrados que estén al paso de vehículos o de la gente, y si esta los persigan o los ignoren.
En esta entrada muestro un individuo juvenil y otro adulto, ambos tomados en la misma región del partido de Monte durante el transcurso de la mañana de un día de la semana pasada. El que permaneció más tiempo y bastante cerca es un juvenil, caracterizado por su plumaje más claro, su rostro color rosado y su barrado vertical en el pecho. Las fotos del adulto fueron tomadas de más lejos, al principio se voló relativamente rápido, para luego posarse unos 50 metros más adelante en el mismo alambrado.