Kaja Kallas (Tallin, 1977) será el nuevo rostro de la UE en el exterior. La sucesora de Josep Borrell como alta representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, la primera ministra estonia es una de las voces más beligerantes contra el presidente ruso, que la ha puesto en busca y captura, y llegó a advertir de una tercera guerra mundial si Ucrania no vence a Rusia. Su padre fue primer ministro del país y comisario de Transporte. “El movimiento de Rusia no es nada sorprendente. Una prueba más de que hago lo correcto: el firme apoyo de la UE a Ucrania es un éxito y perjudica a Rusia. El Kremlin espera ahora que esta medida ayude a silenciarme a mí y a otros, pero no lo hará. Todo lo contrario. Seguiré apoyando a Ucrania y defendiendo el aumento de la defensa de Europa la defensa respondió Kalas a la decisión tomado por Moscú en febrero.
Los 294 kilómetros de frontera que separan Rusia y Estonia explican en buena medida que Kallas sea uno de los azotes de la UE contra Putin. En ese contexto, Kallas ha sido una de las voces más firmes contra Rusia y a favor del apoyo de la UE a Ucrania. Llegó incluso a advertir de una extensión del conflicto si Kiev no resiste. “Para evitar la tercera guerra mundial, Rusia debe perder”, afirmó recientemente. La elevación del tono hasta ese punto generó rechazo en algunos líderes, entre ellos Pedro Sánchez, que pidió “contención”: “No se puede hablar alegremente de terceras guerras mundiales”.
Abogada de profesión, la experiencia de Kallas en Bruselas no es nueva. Además de su participación en el Consejo Europeo desde 2021, fue eurodiputada entre 2014 y 2018, cuando dejó el acta para volver a la política nacional en la que dio sus primeros pasos como diputada en 2011. Su carrera nacional la ha situado como una de las principales dirigentes de la familia liberal europea de la que forma parte a través del partido ALDE.
En agosto pasado, saltó la noticia de que una empresa vinculada al marido de Kallas seguía haciendo negocios con Rusia, a pesar de que la postura oficial de su Gobierno es que se deben interrumpir por completo las relaciones comerciales. La empresa en cuestión es Stark Logistics, una compañía de transportes que afirmaba que todavía realizaba envíos a Rusia, aunque la mayor parte de los bienes que transportaba están cubiertos por las sanciones, por lo que han debido reorientar su actividad hacia otros países. Según declaró el director ejecutivo de la empresa, las mercancías que se están transportando ahora no están sancionadas y se trata de restos de stocks. Antes de la guerra, 24 de febrero de 2022, Stark Logistics gestionaba entre 60 y 70 envíos por semana y ahora únicamente gestionaba dos, relacionados con la empresa AS Metaprint, un fabricante de contenedores de metal.
En abril de este año, Kallas afirmó que “en la guerra, todo es blanco o negro y hay que elegir un bando” y agregó que los empresarios, entre otros, deben tener una “brújula moral y ética”.