Luisana Colomine
No se sabe con exactitud cuándo “desapareció” Kalinina Ortega, pues ella vivía sola en su residencia, ubicada en San Bernardino.
Una amiga de la periodista, la abogada Gersi Dávila, notificó del hecho tanto a familiares como a las autoridades. Nadeztha Ortega, hermana de Kalinina y quien entonces residía en Puerto La Cruz recibió la noticia el 6 de octubre de 2016. No obstante Dávila denunció el caso ante la División de Personas Extraviadas del Cicpc dos días antes, el 4 de octubre. La abogada tenía en su poder las llaves de la casa de Kalinina y cuando el Cicpc se presentó en el sitio ella les abrió la puerta. Aquel día la policía encontró todo en orden, incluso el bolso y la cédula de la periodista. Después de esa visita se cambiaron los cilindros de las cerraduras.
La señora Karelia Ortega, otra de las hermanas de Kalinina, relata que la ex reportera de El Nacional, estuvo de visita en su casa el 20 de septiembre. “Fue la última vez que la vi. Ese día vino a mi casa en La California, comimos, conversamos mucho, ella hasta se bañó. Le pedí que se quedara pero me dijo que no podía porque tenía cosas qué hacer. La acompañé hasta la parada de camionetas porque ella no usaba el metro y me prometió que volvería al día siguiente: vengo mañana. Pero no supe más de ella. Yo la llamé muchas veces y nadie respondía el teléfono. Pensé que se habría ido de viaje”.
Desde entonces todo ha sido una pesadilla. Karelia nos cuenta que en los primeros años no dormía pensando en su hermana desaparecida. “Me iba a las colas que se hacían en esos días para ver si la encontraba. Cuando llovía me la imaginaba en la calle. Kalinina es muy menuda, frágil, me imaginaba que podía estar tirada en un basurero…” No pudo seguir hablando…
La hermana menor de Kalinina Ortega, Nadeztha, terminó mudándose a la casa de la periodista para atender personalmente el caso ya que sus otros hermanos, Karelia e Igor son personas muy mayores. Además, se encontró con una extraña situación, y es que el hermano de la abogada denunciante vivía (y hasta el momento de escribir esto sigue allí) en la residencia de la desaparecida.
Nadeztha perdió la cuenta de cuántos inspectores han sido asignados al caso de su hermana y en cinco años no se ha hecho una sola experticia a la casa. Hace pocos meses interrogaron a la abogada Gersi Dávila y a su hermano, pero no a los vecinos y conocidos de Kalinina. No se investigó tampoco si hubo movimientos en sus cuentas de banco luego de la desaparición. Nadeztha afirma que ha habido “negligencia” por parte del Cicpc.
“Tengo cinco años acudiendo a las oficinas del Cicpc para ver qué han hecho. Los funcionarios se ríen de mi cuando me ven llegar. En el interrogatorio a la abogada, ésta entregó al inspector de turno una carta supuestamente escrita por mi hermana, pero ni siquiera se hizo una investigación grafológica a ver si la letra correspondía a la de ella”. Nadeztha relata los hechos y sus ojos se inundan de lágrimas. Se siente impotente y decepcionada ante la inacción del Cicpc, de la Fiscalía, de los tribunales. Sola le ha tocado enfrentar un sistema que ella no duda en calificar de “corrompido e ineficiente”.
Declaratoria de Ausencia
Hace dos años se inició el trámite ante el tribunal sexto en lo administrativo de Los Ruíces para la Declaratoria de Ausencia. Kalinina contaba con 76 años de edad al momento de su desaparición. Según el Código Civil, en este caso se da esa declaratoria a los cinco años pero eso tampoco ha sido posible.
– Yo suplico a la jueza de ese Tribunal que por favor nos de esa declaratoria de ausencia para poder cerrar ese ciclo en nuestras vidas y disponer de los bienes de mi hermana. Es muy doloroso pero debemos enfrentar esa realidad. Yo les pido que me ayuden. Nadie sabe lo que es tener un familiar desaparecido.
Kalinina Ortega aún figura como electora en el centro de votación de la Universidad Nacional Abierta de San Bernardino, pero su número de cédula no aparece registrado en la página web del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales.
De izquierda
Su hermana Karelia nos describe a Kalinina con estas palabras:
“Ella fue una luchadora, ayudó mucho a Chávez, se volvió loca con Chávez. Solo Dios sabe dónde estará, qué le pasó, no hay investigación, no ha habido nada. A ella le decían la profesora porque ella daba clases. Mi hermana siempre fue comunista, guerrillera, luchó contra Rómulo Betancourt contra los gobiernos adecos. Se iba a los mítines de Betancourt en la Plaza O’Leary cargando bombas molotov. La digepol allanaba la casa y nos llevaban presas a las tres hermanas a cada rato, nos metían en Cotiza. Ella estuvo en el cerro El Bachiller y ayudó en la logística guerrillera. Se reunía con Teodoro Petkoff, Manuel Caballero, etc”
Kalinina Ortega nació en Caripito el 23 de marzo de 1940. Estudió periodismo en la Universidad Central de Venezuela. Uno de sus primeros trabajos fue en el diario Últimas Noticias. Luego obtuvo el título de locutora y fue voz de la recordada Radio Aeropuerto.
Después ingresó al diario El Nacional donde se destacó en la fuente educativa, con énfasis en el sector universitario. Llevaba la prestigiosa columna “Cátedra en la calle”. Kalinina fue una de las mejores periodistas de Venezuela. Pese a esto, los medios de comunicación han hecho muy poco en el caso de su desaparición. Nadeztha Ortega nos dice: “estoy muy decepcionada por el silencio de los medios de comunicación, de los periodistas que fueron sus amigos”.
Por otra parte Karelia revela que Kalinina albergó en su casa a los periodistas Kico Bautista y su pareja Ibéyise Pacheco: “vivieron cinco años gratis en la casa de Kalinina, pero cuando les solicitamos ayuda nada hicieron”
Tanto Karelia como Nadeztha Ortega agradecen al periodista Carlos Croes, de Televen, por su interés en el caso.
Este lunes 4 de octubre cumple cinco años desaparecida…Sin rastro.
Profesora de géneros periodísticos y periodismo de investigación en la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV). Comunista. @LuisanaC16