Kalpa Imperial por Angelica Gorodischer

Publicado el 09 octubre 2009 por Severian
Porque el Imperio murió, muchas veces, con muchas muertes, lentas o súbitas, dolorosas o plácidas, ridículas o trágicas, pero murió, y se volvió a levantar de su muerte.
Una de esas muertes, hace ya muchos miles de años, fue más profunda y más negra que las otras. No fue ridícula ni trágica: fue estúpida, desgarradora y demente. Y lo fue porque los hombres se mataron por la más fútil y peligrosa de las pasiones: por el poder, por ascender al trono de oro, sentarse allí y permanecer sentados el mayor tiempo posible.


Cuando compre este libro en alguna feria de Libro, no sabia que esperar de el, la escritora no tiene mas obras de fantasía, y su nombre no me sonaba. Estuvo durmiendo largo tiempo en la pila, grave error.
Cuando lo abrí , escéptico, venia la escritora agradeciendo por su apoyo a Hans Christian Andersen, Italo Calvino y a J. R. R. Tolkien, me quede con la boca abierta.
En la contraportada venia un comentario de la escitora norteamericana Ursula K. LeGuin, que dice:
 
"Kalpa imperial es un texto de enorme riqueza y complejidad, contundente, ferozmente imaginario e imprevisible; tiene un talante visionario excepcional. Sus grandiosas imagenes sobre un imperio milenario se nutren en parte del legado europeo en el Nuevo Mundo, como sombras chinescas de fuerzas pavorosas y poder irracional, decadencia y esplendor, corrupcion, violencia y el inextinguible anhelo de libertad"

 Me sorprendio saber  que fue Ursula K. LeGuin quien tradujo el libro al ingles, pues tiene un estilo y vocabulario altamente rebuscados.
Con esto en mente, comenze la lectura, y puedo decir que quede facinado por el estilo, lirismo y energia que derrocha la escritora en cada parrafo. Es como ver a un maestro de esgrima combatir a muerte, despues de pasar la vida viendo entrenamientos, me recordo porque leo literatura fantastica.
Kalpa es una  palabra en sanscrito para una unidad de tiempo de 4 mil millones de años. El sentido del tiempo que se le da a la novela le hace justicia a esta cantidad astronomica.
Kalpa es el imperio mas grande que jamas existio, y el protagonista del libro, dentro de el desfilan reyes lisiados, locos, libidinosos, justos, barbaros, inhumanos, reyes que solo gobernaron un dia, largos y decadentes linajes de seres poco menos que hombres. Es el conflicto entre el poder controlado y la ambicion desmedida, el poder, esa espada tan peligrosa de doble filo.
El libro esta compuesto de 11 relatos cortos que no tienen desperdicio, ninguno de ellos es aburrido, ni repetitivo, ni esta en el libro para hacer bulto. Es un libro corto (de 250 pag.) pero narrativamente denso, por lo que se recomienda leer en pequeños bocados, un cuento a la vez, y dejar que madure y se fermente dentro del inconciente.
Si Italo Calvino, Hans Christian Andersen y J. R. R. Tolkien tuvieran una extraña relacion incestuosa, de ella saldria Angelica Gorodischer, una escritora maravillosa, con todas las virtudes de estos caballeros, y ninguno de sus defectos, su novela esta impregnada de una filosofia y una belleza, tan humana y tan profunda que solamente una mujer podria crear.
En resumen, Kalpa Imperial es un libro dificil de conseguir, pero no imposible, es una curiosidad y una joya, vale la pena para el lector de fantasia que desea salir del cliche continuo, del estilo bestsellero, que tanto entretiene y nutre tan poco. Si amas la Literatura con "L" mayuscula, y en particular la literatura fantastica, te estaras haciendo un magnifico regalo si te compras este libro.
"La Batalla del Norte duró exactamente cincuenta horas. Los hombres se acometían, se desgarraban, se despedazaban; retrocedían, tomaban aliento y volvían a acometerse.        Cuando se cuentan estas cosas uno se asquea de la criatura que es el hombre. Ésos no eran hombres; no eran ni siquiera lobos, ni hienas, ni carroñeros ni rapaces. Eran organismos ciegos, sin cerebros, desprovistos de nervios, de sentimientos y de pensamientos; dotados solamente de garras para herir y de sangre para ser derramada. No pensaban, no creían, no sentían, no miraban, no esperaban: solamente mataban, una y otra vez; solamente retrocedían, una y otra vez, y volvían a avanzar y a matar. Habían nacido, trabajado, amado, jugado, crecido, solamente para esto, para matar en los llanos del norte al pie de una ciudad cubierta de musgo y flores. Cincuenta horas después del primer ataque no quedaban en pie mas de cien hombres desnudos, sucios, sangrantes, mutilados, enloquecidos. No se sabía y no importaba quién era el enemigo: los cien seguían matando y retrocediendo, gritando por las bocas partidas, llorando por los ojos heridos, respirando por las narices quebradas, asiendo las armas con los dedos que les quedaban, y volviendo a atacar y a matar."