Los que me conocéis (tanto personalmente como virtualmente, porque en redes sociales también suelo dar bastante la brasa con el tema), sabéis de mi especial obsesión con Kanye West. Compone, produce, diseña, ha inspirado una religión, hizo llorar a Taylor Swift… Lo tiene todo, vaya.
Pero, ¿qué c****** tendrán que ver los videojuegos con ese oligofrénico con complejo de Dios? Pues nada, o quizá más de lo que cualquiera pensaría en un primer momento. Estamos hablando de un tipo que confesó lo siguiente en una entrevista a la revista Details: a la tierna edad de 12 años dedicaba todos sus esfuerzos a crear un juego de plataformas a lo Super Mario con la peculiaridad de que lo que saltaba por ahí no eran fontaneros italianos, sino, ejem… penes con piececitos y ojitos, que se enfrentaban, lógicamente, a unas vaginas fantasmales. Classy… Me imagino a su madre, orgullosa de ver a su hijito dejarse los ojos noche tras noche frente al ordenador, y a un pequeño Kanye (una versión cabezona y chiquitica del actual) sacando la lengua mientras dibuja concienzudamente pixel a pixel un pene calzado con unas Nike con grandes lengüetas a punto de saltar sobre una vagina. Todo muy West, si señor.
Kanye y Wreck-It Ralph en su entrevista para BBC Radio 1
Además de esta primera (y más que peculiar) muestra de su talento creativo, y de que sus temarracos aparezcan en jueguicos como DJ Hero, Grand Theft Auto IV o varias de las entregas de NBA 2K para gusto y solaz de sus fans, el rapero es el demiurgo de la compañía-colectivo DONDA (llamada así en honor a su madre) creada con el fin de dedicarse a áreas diferentes a la musical y entre las cuales se encuentra, claro está, el diseño de videojuegos. Todos atentos a sus pantallas, porque puede que ese Super Mario versión X que le hacía trasnochar en su infancia termine por llevarse a cabo… con erótico resultado.
Y para hacer más llevadera la espera mientras Yeezie se decide al fin a desarrollar sus propios títulos (porfiporfiporfi) siempre podemos pasar el rato con los inspirados en la mediática estrella que pululan por la red:
Life in the West no es tanto un juego como una experiencia: Davey Wreden, su creador, nos da las claves para administrar la cuenta de Twitter de Kanye, lo que nos permitirá vivir en nuestras propias carnes la bipolaridad tuitera del rapero, que es mucha…
Don’t let me get in my zone, una de las estrofas del tema Ni**as in Paris, incluido en su colaboración con Jay-Z, Watch The Throne, sirvió de inspiración a la gente de Otter Spice para su juego Kanye Zone. Nuestro único cometido es manejar los erráticos rebotes del rapero por la pantalla con las flechas de dirección del teclado y evitar que “entre en su zona”. Básico. Tontaco. Genial.
Kanye Quest 3030 es un RPG para PC gratuito (que podéis descargar aquí) obra del desarrollador indie Phenix. Nuestro rapero favorito sale a tirar la basura (hecho increíble ya de por sí) y es engullido por un agujero de gusano que le manda directo al año 3030, donde tendrá que enfrentarse a una horda de clones de estrellas del hip-hop como Lil B o el difunto Tupac para conseguir volver a su casa (y a su tiempo) sano y salvo.
Los nostálgicos del adictivo y prontamente malogrado Flappy Bird también están de enhorabuena: el último de sus clones disponible en la App Store, Flying Yeezus, tiene como protagonista al señor West. En este caso, en lugar del pajarraco suicida, lo que manejaremos a través de los distintos obstáculos será el cabezón del insigne rapero. No vale estrellarlo adrede, que nos conocemos…
Para un tipo que tiene pinta de no haber tocado un videojuego en su vida ni con un palo no está nada mal, ¿no?
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