Uno no sabe muy bien los méritos de la artista, al margen de la rotunda anatomía que le otorgó la madre naturaleza, pero sí que es carne de papel corché un día sí y otro también. Las curvas de la Kardashian con un minúsculo bikini de piel en la nieve, dejan más bien poco lugar a la imaginación, y como comentamos en este mismo espacio, contrastan con la delgadez extrema de algunas top model, musas de modistos homosexuales que buscan perfiles andróginos. Uno, a sus años, ya prefiere la tersa juventud de la inconfundible silueta de esta atractiva mujer. Un regalo para la vista. Por cierto, botón derecho, ver imagen, permite ampliar la instantánea en cuestión.