Kari Krenn,─ “El hombre que duda y teme en el momen...

Publicado el 16 noviembre 2021 por Norelys @norelysmorales
Kari Krenn,─ “El hombre que duda y teme en el momento de realizar el ideal que predicó y no tiene coraje para mantenerse en su puesto de peligro, o es un farsante o es un coitadiño.”(Castelao)

Llegó el tan ajetreado día 15N y pasó, con tu última brazada del ahogo del día 14.

Sin ánimo de realizar un discurso escatológico (ese que la Iglesia  lo define como el discurso de las cosas finales),  lejos estoy yo de las cartas bíblicas  a los colosenses o a los tesalonicenses… 

Pero necesitaba decirte algunas últimas palabras…  A ti yunior (creo que a estas alturas has ganado merecidamente la minúscula en tu nombre).

Mi carta tomó una trascendencia inusitada, tal vez porque le pude poner voz al pensamiento de muchos.

Créeme, para mí tampoco fue nada fácil por estos días: el andamiaje perverso que sostenía tu ¿Lucha?, vino por mí de manera rabiosa:

Agravios.

Insultos.

Amenazas.

Una “cacería de brujas” a lo que ese tipo de individuos nos tiene acostumbrados… acciones que de ningún modo mellaron mis convicciones, ni me movieron medio milímetro de esta red de amor que me teje junto con mis hermanos cubanos.

¿Alcanzas a notar la diferencia yunior? 

Yo no soy justiciera de nada. 

Solo soy quien rejuntó las palabras que todos deseaban  te fueran dichas. En la carta hablamos muchos… de allí la trascendencia.

El domingo 14, al ver tu imagen por la ventana, asomando una flor casi que marchita, con el temblor de los impíos, traté de replicarla en mi mente; de imaginar en esa escena a algunos de mis amigos cubanos.

Juro por la luz que me alumbra, que eso me resultó imposible: cualquiera de ellos, convencido de su lucha genuina, habría salido pecho firme y frente en alto; y si les hubiera sido imposible traspasar el umbral de la puerta, conociéndolos, habrían descendido con sábanas atadas, desde la ventana.

Mis amigos cubanos todos, tienen la virilidad de los héroes.

De más está decirte si tuviera que hablar de la mujer cubana…

Es un tópico que haría otra vez mi carta extensa (¡Y ya no quiero que me objeten eso!). Solo te diré que en ellas late el corazón de una Mariana y que sus pechos no solamente dan la vida con la leche que aúpa el amor, sino que dan de mamar la esencia misma de la lucha:  la dignidad de cubanía, de eso que los hace fuertes y aguerridos; pero con la ternura suficiente como para proteger a sus retoños y a sus ancianos. 

Seguía tu escena…

Tú mirando por la ventana…

 Esperanzado quizás de que vinieran en tu auxilio, a dar su vida por ti si fuese necesarios, aquellos que supuestamente estaban del lado de tu lucha.

Esos que te instigaron… que te convencieron… que te solaparon los principios que podrías haber tenido y que alimentaron exageradamente tu ego…

Me apena decirte que ellos eran cómplices, no amigos. 

O lo que llamó Aristóteles: “amigos por accidente”; solo midieron en ti el beneficio que podrías proporcionarles.

El amigo te ayuda si estas  en problemas, al cómplice no le importa un rábano lo que ocurra contigo.

Quedaste solo, como Judas Iscariote con su traición y el peso de la culpa...

Por allí en la virtualidad también he visto, a una secuaz tuya, tratando de tomar el timón de este acto tan fallido, que anda diciendo ahora ser una “mariposa”…

Woaoooo.

Creo que, en el primer año de una escuela secundaria, te enseñan algo de entomología.

 Verás: las que mutan en mariposas, son las orugas (después de su proceso de metamorfosis). Los gusanos  se hacen moscas, algunas como la  Calliphoridae  que son las que componen la fauna cadavérica y andan entre la inmundicia y el olor fétido de lo putrefacto. Por lo que se, desde el período Devónico hace unos 400 millones de años que esto es así.

Así que, de gusana a mariposa nunca, jamás de los jamases.

Podrías orientarla, para que no pase el mismo papelón…

Leí así mismo, que en tu ventana colgaste el cartel  de “Casa bloqueda”, una  errata que traducía el apuro junto al miedo.

¡Imagino la sensación!

No es nada grato sentir eso…

Y si no me crees pregúntale a tu pueblo: hace 62 años que lo padece. Bajo el yugo de los “amiguitos-cómplices” tuyos, esos a los que no les preguntaste sus antecedentes penales.

La diferencia entre tu bloqueo y el de tu pueblo, es que a ti nadie te atacó y que tu pueblo no tiene miedo:

Tu pueblo dice    B-L-O-Q-U-E-O  así por lo alto y para que se escuche en todos lados.

En la puerta de tu casa y en toda Cuba, demostraron paz, unidad, alegría y adhesión a sus principios.

Me emocionó particularmente ver a los jóvenes: ellos hicieron de esta crisis una oportunidad.

Fíjate algo: tus titiriteros que movían tus hilos,  quisieron menoscabar a la juventud cubana tildándolos de alienados y manipulados por un dictador. 

¿No te digo yo que hasta para eso son torpes tus amos?

 El dictador de Cuba, sentado cordial y fraternalmente entre ellos ¿No te suena ilógico al menos?

Ellos con su fuerza, cánticos, talento y energía, planteando un nuevo escenario que implica una evolución, redefiniendo los rumbos de su patria: seguir construyéndola en estos nuevos tiempos que corren, siempre mirando al futuro, con consciencia del presente y valoración del pasado.

Vuelvo a jurar y perjurar: analicé sus rostros, su comunicación no verbal y en base a mi experiencia asevero que ninguno allí estuvo en contra de su voluntad.

Por último, te invito a ver también, los videos de lo que sucedió en la puerta de la Embajada de Cuba en Argentina, como para que dimensiones los que los cubanos significan para nosotros:

¿Acaso pensaste que era  esta argentinita, poeta desconocida e ignota del sur, pésima escritora, la peor de todas, solo la que saldría con el corazón en la mano a defenderlos?

Te equivocaste una vez más… 

Cierro por fin, esta etapa epistolar. En realidad, esta carta ni siquiera es para ti...

Tal vez es para  avisarles a individuos como tú, cuales son las crónicas de un fracaso anunciado.

Me voy a seguir colgando palabras, hilando emociones. 

Yo no duermo.

Siempre con el  pie en el estribo y el ojo abierto, dispuesta a las batallas intelectuales por las causas justas.

Habías estado a tiempo yunior… te lo dije…

¡No escuchaste!

Game over.

Tomado de Facebook