'Un hombre enamorado', el "suicidio literario" de Knausgard
BARCELONA, 28 (EUROPA PRESS) El nórdico Karl Ove Knausgard se vacía a sí mismo en la novela autobiográfica 'Un hombre enamorado' (Anagrama), la segunda parte de las seis que conforman 'Mi lucha', que considera una suerte de "suicidio literario", que le ha ayudado a lidiar con su crisis vital, ha explicado este lunes el escritor noruego en rueda de prensa en Barcelona.
El editor de Anagrama, Jorge Herralde, ha destacado que desde la primera entrega Knausgard se ha convertido en una "superestrella nórdica" que, en esta ocasión cuenta con el amor como tema principal y prosigue la tarea hipnótica en la que el lector se siente abducido por su profunda sinceridad y literatura realista, ha destacado.
El amor y la búsqueda de la soledad del escritor para contar centran la historia, en que el protagonista deja a su mujer y su país noruego natal, y se marcha a Estocolmo, dispuesto a recorrer los caminos que se abran ante él, y allí se enamora de una poeta, que se convertirá en su segunda mujer.
Anteriormente, había centrado mucho parte de su escritura en su padre alcohólico y su muerte: "Cuando mi padre murió todo cobró un significado más fuerte. La vida es más valiosa y hay una concentración de sentimientos y emociones, al igual que cuando uno se enamora", ha señalado el escritor.
"En los seis libros estamos sumergidos en un mar de banalidades y cotidianidad en los que se producen grandes episodios potentes como una muerte, un nacimiento, un reenamoramiento...", y en definitiva es el contraste lo que caracteriza la literatura del escritor noruego.
Su mundo cambia y él escribe y describe sus tempestuosas relaciones amistosas y sentimentales, cuenta cómo es volverse a enamorar y el largo y duro periodo que transcurre antes de que él y la poeta Linda se consoliden como pareja.
Entre cambios de pañales y paseos en cochecito de su hijo mientras anhela estar en un lugar tranquilo escribiendo, el protagonista manifiesta la frustración de la paternidad, aunque cumple con todo el deber que ello supone, ha señalado.
Ello le ha costado muchas críticas de, especialmente, colectivos feministas en Suecia, donde todo es muy políticamente correcto y la igualdad es un valor tan imperante, que impide que un hombre pueda manifestar esta decepción y no ver la paternidad como una oportunidad, ha observado el escritor.
Knausgard explica que en realidad el libro supone también una reflexión sobre qué es ser hombre hoy en día, y sobre la "crisis del rol de la masculinidad", objeto de debate entre la clase media cultural, ha señalado.
CARRERA, MUJER E HIJOS, PERO INFELIZ
Cuando empezó a escribir, tenía 40 años, hijos, una mujer, una carrera y era infeliz, ha explicado Knausgard, que se ha mostrado sorprendido por el éxito alcanzado por sus libros en Noruega y otros países del mundo, lo que ha atribuido a que las vidas de todos no son tan distintas entre sí.
En el libro, vuelca su día a día, del que asegura que no toma notas: "No es hablar de cómo fue, sino como yo lo recuerdo. No he hablado con nadie para recuperar esa memoria. Soy consciente de que la memoria tiene mucho de frágil y de erróneo, pero eso también es importante".