Karma

Publicado el 24 noviembre 2014 por Margot Megara

Buenas tardes mis queridos fashionistas!

  Sorpresas te da la vida! Una vez mas, una llamada y que llamada…requerían urgentemente una modista para un traje, y lo necesitaban hecho en dos horas y media.

Dos horas y media, el tiempo que normalmente tardas en preparar medidas, hacer fichas técnicas de la prenda y empezar con los patrones…desafío? Nah!

Al caer en temporada de fin de curso, pensé que sería un show como los que había visto, pero, primera sorpresa, la dirección era Ifema y el evento, Gamergy, un festival telemático dedicado a los gamers y a los deportes electrónicos que acogía la Final Cup 6 de la Liga de Videojuegos Profesional, que por supuesto me enteré cuando llegué y vi el percal.

  

Cosplays increíbles, decoración con monstruos varipintos y pantallas y gente jugando sin parar y ruido, ensordecedor. Al fin, conozco a la bailarina, bellísima y fantástica y la razón de mi presencia allí, un traje de un personaje de un videojuego llamado Lol, el top estaba y a la falda le faltaba alguna cosa…

Me trajeron la tela con la que trabajaría y aquello era una loneta dura y rígida que no iba a dar ningún juego al baile, y la falda eran 2 metros por doble de ancho, es decir, la tela pura y dura.

Buscando soluciones instantáneas, decidimos mandar al runner a por tela, licra gordita para no liarnos con costuras y morado nazareno.  Había pasado de finalizar una falda, a pensar y hacer un traje entero.

Sin patrón y sin reglas, cortando la tela a mano alzada sobre una mesa infinita, el bajo, con la bailarina subida en una silla y tijeras en ristre, decidií que lo mejor era una falda con dos aberturas laterales, goma a la cadera y aprovechando la estructura del top, un cuerpo atado con una banda al pecho en dos tonos, morado y lila.

Estaba ya cuando nos dijeron que las decoraciones en dorado no llegarían, así que sin deco y sin fajín, quedaba a medias. La solución fue llevármelo a casa de vuelta, lo terminé con las decoraciones que necesitábamos y a mediodía mandaron el coche a recogerlo.

Fueron seis horas de locura, de correr sin mirar atrás, en vez del recorrido larga distancia, como normalmente trabajo, eso fue una carrera rápida que al entregar me di cuenta de lo que acababa de pasar.

Una experiencia enriquecedora, donde conocí gente alucinante y otra nueva puerta a un mundo de posibilidades.

 Gracias! y buenas tardes!



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