Karmakanic - Dot (2016)

Publicado el 01 julio 2019 por Moebius
La "otra banda" del bajista de The Flower Kings, Jonas Reingold, quizás una de las bandas más respetadas en el neo prog de los últimos 15 años, ya desde sus inicios en 2002, con aquel sorprendente y magnífico "Entering The Spectra", la banda se mostró capaz de ofrecer unas obras enormemente sofisticadas. Este señor se acompaña muy bien con la grandiosa voz de Göran Edman, el excelente baterista de Kaipa, Morgan Ågren, los teclistas Lalle Larsson (Agents of Mercy) y el experimetado Nils Erikson, y por si fuera poco Andy Tillison (Parallel o 90 Degrees y The Tangent) en Hammond, más unos cuantos músicos invitados y voces de apoyo. Más o menos el estilo sinfónico moderno de The Flower Kings aunque bastante deudor de los grandes de los setenta como Yes o Emerson, Lake & Palmer, acá hay un conjunto de espléndidos músicos que se nota la pasan a lo grande tocando juntos, y eso se avidencia en este disco.
Artista: Karmakanic
Álbum: Dot
Año: 2016
Género: Rock progresivo
Duración: 50:15
Nacionalidad: Suecia
Karmakanic comenzó su andadura en el 2002, y catorce años más tarde edita su quinto álbum, 'DOT'. Parecería poco, pero se trata de una banda cuyos miembros están al mismo tiempo en otros grupos. Una vez que escuchamos el disco, nos damos cuenta del sentido que tiene su título; "Dot" significa punto, y el disco está inspirado en las palabras del famoso científico Carl Sagan que decía que no somos más que un punto en el universo.
Karmakanic es una banda de Metal / Rock Progresivo, el grupo se funda en Malmö, Suecia en el 2002 por el teclista y bajista Jonas Reingold. Su música se caracteriza por la dinámica de sus contrastes bien marcados, las paradas repentinas por completo, sus tiempos y variaciones tan complejas a lo largo del tema, largos períodos de instrumentación. Los sonidos de Karmakanic son similares y a menudo se compara con clásicas bandas de Rock progresivo y sinfónico como Yes, Genesis y Emerson, Lake & Palmer, pero también combinan los sonidos de sintetizadores y distorsión usados en bandas del rock progresivo y metal progresivo como lo son Ayreon, Dream Theater, Symphony X y The Flower Kings.
Wikipedia
El disco gira alrededor de una sola canción, presentada en dos partes, que se titula “God the universe and everything else no one really cares about” y que habla acerca de eso mismo: Dios y el universo. La canción dura más de 30 minutos, y que pone los fundamentos para construir un disco es tan genial y maravilloso como su antecesor, "In a Perfect World".

Desde la complejidad sinfónica que arranca con los 23 minutos y pico de "God the Universe and Everything Else No One Really Cares About" hasta la exquisita sensibilidad pop de "Steer by the Stars", el disco es una muestra de elegancia y sensibilidad, con mucha destreza pero al servicio de la musicalidad. Y así comenzamos otra semana en el blog cabezón... vamos a los comentarios del disco.
Desde que descubrí esta banda de Malmoe, a finales del 2002, gracias a su estratosférico «Entering The Spectra», y para qué negarlo, gracias a la voz de uno de los cantantes que más me ha marcado, el gran Goran Edman, que junto al bajista Jonas Reingold comandan este proyecto. Con el paso del tiempo se ha unido otra de las bases de este proyecto, me refiero al teclista Lalle Larsson, que entró en el proyecto en el disco «Who’s The Boss In The Factory» del año 2008.
La propuesta y la inspiración del disco consta sobre Carl Sagan y sus estudios del espacio sobre lo pequeños e insignificantes que somos en el universo. Como bien explicaba Reingold en una entrevista reciente sobre este trabajo “es fascinante pensar que tan sólo somos un pequeño punto en todo el espacio y será lo único que seremos siempre. Eso nos da una perspectiva real de lo que somos y creo que adecuada para tomar buenas decisiones”. Por eso el título del disco DOT (punto).
El disco abre con la canción que da título al disco Dot con unos interesantes efectos producidos por el sintetizador de Larsson sobre sonidos cósmicos y que sirve de apertura para la obra magna God The Universe And Everything Else No One Really Cares About Part. 1, que es un tema de casi 24 minutos y contiene todo lo que una canción epica del estilo prog debe tener. Es como una banda sonora de una nave que investiga el cosmos, descubriendo peligros, misterios, belleza, caos y revelaciones. Las notas del piano y el bajo nos introducen lentamente en esta pieza arquitectónica para dar paso a la voz majestuosa de Edman. El tema maneja aspectos más pesados y hasta barrocos, al dar paso a sonidos con flautas, guitarras y varios instrumentos más. Las referencias a la via lactea, el polvo cósmico y cargado de mensaje sobre la humanidad, es parte de la referencia en esta canción La canción transita en partes mas jazzisticas con un teclado frenético que deja paso a un coro de voces comandadas por Alex y Norah Reingold, junto con Christine Lenk, que armonizan la canción hasta que el final instrumental pone el colofón a un tema de la marca Karmakanic.
Seguimos con Higher Ground es una preciosa pieza de Prog melódico, donde la voz brillante de Goran Edman copan el centro de atención Aunque cada músico es un virtuoso de gran calidad, no podemos ignorar la excepcional voz de Goran en este tema, que brilla por luz propia. En este tema no solo la voz brilla, sino que el contexto del grupo apoya la mención de cada frase o nota con un conjunto excelso, que hace brillar un tema excelente. Llegados a este punto pienso que Karmakanic, difícilmente seria lo que es sin su voz, pues ese punto de calidez le da un brillo especial a la banda, y puedo atestiguar, que una vez visto en directo, este grupo no serviría de mucho sin ninguna de las tres piezas fundamentales. El tema es muy trascendental pues plasma la situación de una vida mejor con la libertad que se merece el ser humano. Continuos cambios de ritmo y con argumentaciones musicales excelsas que apetece escuchar varias veces para saborear las exquisiteces que nos ofrecen estos magos de la música progresiva. Y como bien narra Edman antes de despedir la canción “Aquí estamos en tierra de nadie”.
La cuarta canción Steer BeThe Stars es uno de los puntos culminantes del disco. Un tema melódico prog-pop, rico en armonías y brillante instrumentación, basada en una premisa de no complicarse en exceso. Es tan perfecto, que la finalización acapella tan armónica, le da un contrapunto brillante y precioso.
Travelling Minds inicia con el bajo de Reingold inconfundible, y recoge muchas de las premisas que Carl Sagan promulga en sus libros y manifiestos, y la letra de esta canción posee claros y absolutos alegatos a ese aspecto. “Estamos soñadores, estamos solicitantes, estamos viajando … Estamos viajando rápido en el camino de la desolación. Pero tenemos una opción … Compartamos un poco de luz … rechacemos la noche”. Un movimiento grande, sinfónico e intensamente movido.
Y llegamos al último tema, con God The Universe And Everything Else No One Really Cares About Part. 2 que completa este asombroso viaje de introspección con una reflexiva sinfónica en el tema central del tema. Similar en ese espacio a los movimientos del teclado de la parte 1. Un tema intenso y emotivo que te sensibilizara en exceso, hasta ponerte la piel de gallina en muchas partes del tema. La canción es rica en melodía y grandiosa en composición, y es el punto final apropiado a un disco, que como casi todos los que han creado estos genios, no pasará desapercibido para los amantes al prog. Más cercano al sinfonismo actual.
Este disco lo posee todo. Lleno de complejidad, sifonía y melodía, descansos y mucha luz. Tiene todo y cada paso sorprende más y mas, jugando con los estados de ánimo, y cuando piensas que has captado el ritmo y el aspecto del disco, te vuelven a sorprender de nuevo para que no pierdas un ápice de atención en cada movimiento. Y como bien rezan en el disco, gracias a la sapiencia filosofal de Reingold y de la boca de Edman “Somos todo, apenas nada”.
Tony Barrios
Poco a poco, Jonas Reingold está consiguiendo que Karmakanic deje de ser conocida como 'la otra banda del bajista de The Flower Kings', para convertirse por derecho propio en toda una entidad progresiva propia. Practicando un cada vez más desenfadado y reconocible rock progresivo, con tintes de todas las épocas y estilos, que los acabará por convertir en referencia inexcusable del catálogo escandinavo y, por ende, europeo. Si es que no lo eran ya, pues sus otras tres obras anteriores no dejaban de ser destacables trabajos, aunque en exceso deudoras de otras reconocibles influencias.
'In A Perfect World' es un trabajo mucho más maduro. Y lo demuestran desde el inicio con '1969', extensa, sinfónica, rockera, psicodélica, épica. Casi un cuarto de hora de delirio progresivo como homenaje a un año en el que cambió el mundo, tanto a nivel musical como sociocultural. El 68 dictó la teoría, pero Karmakanic tributan en '1969' al año en que se pusieron en práctica aquellos pensamientos e idearios revolucionarios que ya todos conocemos, sin olvidarse también de su música.
'Turn It Up' es una genial mezcla de pop y sinfónico. ¿Os imagináis que alguien se atreviera a meter en una coktelera a The Beatles y a Yes?, pues aquí lo encontraremos de una manera fresca y dinámica, que si bien comienza con unas desconcertantes percusiones, acaba descubriendo un estribillo pegadizo y festivo, acompañado de guitarras y teclados muy atmosféricos y rimbombantes. No es novedoso, pero tampoco habitual, así que se agradece un recuerdo a un estilo que desde los Genesis más mainstream nadie había sabido plasmar tan bien. Como bien se encarga el propio Reingold de explicar, la diferencia entre Karmakanic y el resto de bandas en las que figura o colabora es que esta es la única que le da autoridad y libertad para expresarse plenamente, sin tener que ceñirse a un estilo único y concreto. Así, puede experimentar y trabajar con sonoridades dispares, como ocurre con 'The World Is Caving In', profundo y sentido medio tiempo con patrón baladístico, cargado de sinfonía y dominado por un maravilloso piano y teclados, en contraposición a sus partes más guitarreras, que lo acercan al neoprogresivo norteamericano. Mención especial merece, no solo aquí sino en todo el álbum, un carismático Göran Edman al que no vamos a descubrir ahora en sus habilidades vocales.
Para mi, la joya y lo novedoso, llega con 'Can't Take It with You'. Un inicio e hilo conductor a base de ritmo latino y salsa, sobre el que poco a poco se van construyendo partes más metaleras, incesantes cambios de ritmo, con guitarras acústicas, piano, jazz y riffs de corte casi industrial se aúnan en un conglomerado sónico perfecto, donde incluso algún que otro gutural tiene cabida. Te dejará tan anonadado como emocionado. Según declaraciones del propio Reingold, este tema nace del aburrimiento de hacer siempre más o menos lo mismo, y de la necesidad de escapar de lo que considera encorsetadas restricciones compositivas dentro del progresivo clásico. No queda menos que celebrar su hastío, pues el fruto es un tema sencillamente espectacular y genial.
Por su parte, y tras el shock de 'Can't Take It with You', 'Theres nothing wrong with the world' se torna más ambiental, presentada con un delicado piano y la voz de Edman a un nivel sobresaliente, para poco a poco ir adaptándose al ideario de los Flower Kings más recientes, pudiendo tener cabida perfectamente en cualquiera de sus últimos discos, con guitarras y teclados como protagonistas tras las cuatro cuerdas de un Reingold inspiradísimo. Igualmente inspirador es 'Bite the Grit', extraña mezcla de riffs industriales, free jazz y cierto aroma pop, sobre todo en las estrofas que guía Edman, tan ecléctico que encandila a la primera.
Cerrando el disco, 'When Fear Came to Town', un acústico y emotivo corte, impregnado de las sensaciones que en Reingold produjo un atentado suicida en Suecia, perfectamente plasmadas en la voz de Edman, y que se traducen en una especie de blues-country con un final absolutamente fantástico, en formato de jazz, con toda la banda aportando su granito de arena, pero especialmente el piano de Larsson y la guitarra de Jonsson. Un perfecto final para un disco que si bien no es redondo, sí que me parece más coherente y maduro que sus anteriores obras y que tiene en la variedad su punto fuerte.
Como decía al inicio de la crítica, Karmakanic se han ganado en tan solo cuatro entregas el derecho a ser considerados una realidad a la que empezar a considerar como referente actual del progresivo, lejos ya de su etiqueta de proyecto paralelo a The Flower Kings. Aunque eso es algo que dependerá de vosotros, lectores-oyentes.
Puntuación: 8,5/10
Javi Moreno Vega
Lista de Temas:
1. Dot (1:04)
2. God The Universe And Everything Else No One Really Cares About Part. 1 (23:36)
3. Higher Ground (10:11)
4. Steer By The Stars (4:22)
5. Travelling Minds (5:03)
6. God The Universe And Everything Else No One Really Cares About Part. 2 (5:59)
Alineación:
- Göran Edman / Voz
- Jonas Reingold / Bajo
- Morgan Ågren / Bateria
- Nils Erikson / Teclados y voces
- Lalle Larsson / Teclados
- Krister Jonsson / Guitarras
- Andy Tillison / Hammond órgano
Invitados:
Andy Tillison / Hammond (2, 6)
Andy Bartosh / guitarras
Ray Aichinger / saxo
Alex Reingold / vocales
Norah Reingold / vocales
Christine Lenk / vocales