Sinopsis: Todo un pueblo espera un salvador, Sigurn, el Kárvadan, que llegará del lejano mar. Generación tras generación, la maldición ha castigado a las mujeres que serán madres. Pero el Kárvadan no llega. A Lía, la cúnari, la hija del rey, no le quedan esperanzas: para ella, la llegada de Sigurn es un cuento, un deseo que se marchita. Pero ¿de dónde viene este extranjero que domina a las fieras y tiene el poder de curar? ¿Es Sigurn? ¿Cuántos impostores han intentado obtener los privilegios del Kárvadan?
No sé por donde empezar con esta reseña, pues me ha resultado un libro un tanto raro, pero habrá que intentarlo.
La historia se cuenta desde dos punto de vista, desde la cúnari Lía y la de Pol. En el mundo de Lía las mujeres tiene la maldición de que una vez embarazadas o mueren en el parto o mueren pocos años después, por lo que no existen las ancianas. Pol es un muchacho que huyendo junto a Jan de la policía acaba sin saber como en el mundo de Lía.
Ya sé que todavía debo existir en la memoria de unos cuantos - tampoco hace tanto de todo esto -, sobrevivo a en su relato. Pero no les hagas demasiado caso. Tendrás que permitirme que aquí, en estas líneas, construya mi propia imagen. Y la de tu padre. Y la del mundo que encontrarás cuando renuncies al amparo de la montaña que te ha acogido durante los años más dulces de la vida.Deja que juegue con mis recuerdos para pintar los tuyos con una nueva pátina. ¿Me escucharás?
No sé si considerar el libro como bueno o malo. La verdad es que me ha costado mucho seguir con él (llevaba desde septiembre) pero a pesar de todo lo he podido acabar.
No voy a decir de que la historia no está mal, porque mentiría. Está bien, no tiene mucha acción pero cuando las hay están bastante bien, pero es que la mayor parte del libro va sobre lo que sienten estos dos personajes, o los pajaritos que tiene en la cabeza, por lo que se me ha hecho muy largo, bastante (tres meses es mucho tiempo).
Por mucho que el autor nos meta los sentimientos de ambos protagonista por los ojos (si es lo único que hay) no he conseguido identificarme con ellos, no he podido entender porque hacen las cosas que hacen; pone que más adelante lo explicarán pero no lo hacen (puede ser que aparezca en el segundo libro) por lo que acabas el libros sin comprender sus acciones.
Aunque <<feliz>> es una palabra para la gente mayor; los críos no saben de esto. Son felices o no lo son, y punto, pero no dicen que lo son. Si cuando hablas de felicidad, es porque careces de ella, la has perdido.Lo que sí puedo decir, que lo del Sigurn era un poco
Creo que de todos los personajes que me ha gustado ha sido Kulian y su hermana Burna, y eso que ésta sale poco y casi al final. Eran los únicos que no los he considerado algo patéticos. Nemrod es otro de los que he podido soportar, pero lo que son los protagonistas, Lía y Pol, no me han gustado nada. Él juega con los sentimientos de los demás, y ella sólo piensa en su llega y en como la acogerán.
Yo creo que con lo que he contado es más que suficiente para que os hagáis una idea de lo que me ha parecido el libro.
Ya sé que es gordo, pero me he leído libros más gordos que este y que no me han durado nada, pero este se me ha hecho eterno con tantos sentimentalismo y poca acción, y es que además apenas explica nada, de por qué él, por qué puede dominar a las fieras... entre otras cosas que no nombraré para no desvelar nada.
Y eso es todo de lo que puedo decir del libro.
Gracias por leerme.
Besos ^^