Comenzó su carrera profesional en el medio televisivo, participando en diversas series y telefilmes, para dar el salto a la pantalla grande con la película de Joseph Losey “Una inglesa romántica” (1975). Más tarde intervino en una versión de “Drácula” (1979), dirigida por John Badham.
En la década de los ochenta siguió compaginando sus apariciones en la pequeña pantalla con largometrajes como “El ojo de la aguja” (1981) de Richard Marquand, “Orden de búsqueda” (1983) de Stanley R. Jaffe y “Eleni” de Peter Yates.
Sus mayores éxitos llegaron en los años noventa, sobre todo en un brillante para ella 1991. Rodó tres títulos magníficos: “Frankie & Johnny” de Gary Marshall (por cuya interpretación ganó el BAFTA británico a la mejor actriz de reparto), “Sombras y niebla” de Woody Allen y, sobre todo, “El príncipe de las mareas” de Barbra Streisand (que le supuso la candidatura al Oscar de Hollywood como secundaria).
De esa misma época son las cintas “Lobo” (1994) de Mike Nichols, “Donde reside el amor” (1995) de Jocelyn Moorhouse e “Íntimo y personal” (1996) de Jon Avnet. En 1999 formó parte del elenco de “Las normas de la casa de la sidra” de Lasse Hallström, en la que fue su última gran aparición cinematográfica, ya que volvió a volcarse en la televisión y tan sólo intervino brevemente en el film “Premonición” (2007) de Mennan Yapo.
"El príncipe de las mareas"
Momento en el que gana el BAFTA por "Frankie & Johnny"