Ante una situación en la que se presentan varias opciones, ¿qué hacer? ¿Seguimos con el "virgencita que me quede como estoy" o "me tiro a la piscina"?
Es difícil. Muy difícil.
No son situaciones en las que A es éxito y B fracaso....Eso lo haría más sencillo. Son elecciones. Con sus pros y sus contras. Con sus dudas inherentes, sus "y si" y sus " y si no....". Es una faena, pero por otra parte, por más que te quejes, debes recordar que esa posibilidad de elección existe porque eres afortunado.
¿Cómo que afortunado? Pues sí, afortunado por poder elegir. Por poder tomar tú la alternativa, por poder decir "sí" o "no". Y por poder actuar para que no sean otros, ni sus circunstancias, las que decidan tu camino.
Está claro que esto dicho así, es una teoría preciosa....jajajajajaja. Efectivamente, tienes razón si es que lo piensas. Pero ¿cómo llevarlo a la práctica? ¿cómo apechugar con un resultado incierto, potencialmente malo o bueno?
Ni idea. Si creíais que yo me las estaba dando de psicóloga o que había descubierto algo sorprendente, lo siento, porque no es así. Nada de instrusismo profesional. Nada de videncias. Las variables son tantas que no se pueden controlar. Cosa que, por otro lado, es la sal de la vida, ¿no? No saber.
Así que, mientras pienso en mi balanza particular, mientras pongo todos los datos en los platillos e intento sacar alguna que otra conclusión, pienso en la suerte que tengo de poder decidir, y de no hacerlo sola. De poder contar con el apoyo de los míos y poder partir de los mismos criterios.
La suerte está echada, la decisión tomada, y el resultado....
el resto.....ya veremos. Pero como dice Paulo Coelho, no dejes que estas situaciones te paralicen. Simplemente, ten calma y respira hondo.......