Kéfir de leche, medicina natural ancestral.

Por Tucasaverde
El kéfir de leche es un producto lácteo fermentado probiótico, es decir, que contiene microorganismos vivos beneficiosos para nuestra salud. Su origen está en el Caúcaso ,en las tribus nómadas de pastores que almacenaban la leche en recipientes de cuero donde ésta fermentaba y se convertía en una especie de yogur ácido. Su secreto fue celosamente guardado durante siglos y no se vendía ni regalaba.
Hoy en día tenemos la suerte de que ese secreto haya sido desvelado y haya traspasado fronteras, aunque la principal forma de conseguirlo es como regalo de amigos o conocidos.


¿Cómo preparalo?
Para preparar el kéfir necesitaremos nódulos de kéfir y los introduciremos en leche (preferiblemente entera) en un recipiente de cristal con tape, de forma que quede suficiente espacio para el gas producido por la fermentación. Dejaremos el recipiente a temperatura ambiente entre 12 y 24 horas y después colaremos con un filtro de plástico el líquido resultante (no debe entrar en contacto con metales, especialmente aluminio y cobre). Los nódulos los volveremos a echar en nuestro recipiente y volveremos a llenar con leche. Una vez por semana lavaremos el recipiente y los nódulos. Éstos últimos con agua que no sea del grifo, ya que el cloro puede dañarlos.
Como el sabor de la leche kefirada es un poco ácido os recomendamos echar azúcar, no lo acompañéis con miel. En cualquier otra preparación la miel sería un condimento ideal, pero en éste caso, las propiedades antisépticas que posee podrían estropear las propiedades del kéfir. Cuanta más leche pongamos más líquida quedará nuestra leche kefirada.
En el caso de no utilizar la leche kefirada podéis conservarla en el frigorífico unos días.
Principales propiedades del kéfir de leche:
- Fortalece considerablemente el sistema inmunológico.
- Limpia el organismo de metales pesados, bebidas alcohólicas, sales, antibióticos químicos y sustancias radiactivas.
- Restaura y mejora la flora intestinal, limpia el tracto intestinal y favorece el sistema digestivo y todos sus procesos, previene el cáncer de colon.
- Mejora la psoriasis, los eccemas, el acné, nutre el cabello.
- Actúa sobre el buen funcionamiento del metabolismo.
- Gran remedio contra las alergias.
- Es un "antibiótico" natural sin efectos secundarios adversos.
- Reduce el colesterol LDL (colesterol malo)
- Muy beneficioso para los diabéticos, ya que regula el nivel de glucosa en la sangre.
- Aporta vitamina K, magnesio y calcio.
- Debido a su contenido en vitaminas del grupo B regula el sistema hepático, renal y nervioso ( mejora la concentración y la atención).
- Reduce las flatulencias.
- Favorece los procesos de curación de enfermedades provocadas por hongos como la candidiasis.
- Es antitumoral y antimicrobiano.
- Gran poder en el tratamiento de enfermedades inflamatorias ( artritis, pancreatitis, periodontitis..).
- Protege el sistema respiratorio y está especialmente indicado en casos de asma y bronquitis.
- Resulta de gran ayuda en el tratamiento del trastorno de déficit de atención por hiperactividad, depresión y trastorno del sueño.
Un poco más sobre el kéfir:
La leche kefirada es una bebida que posee alcohol aunque menos del 1% y gas carbónico.
Si colamos nuestro kéfir antes de 24 horas conseguiremos un efecto ligeramente laxante, sin embargo si lo dejamos 36 horas, el efecto será astringente.
El kéfir no es lo mismo que el yogur, la diferencia estriba en que el kéfir realiza una fermentación lacto-alcohólica y el yogur sólo láctica. Además debido a la pasteurización a la que se someten los yogures en su fabricación, poseen muchas menos propiedades que el kéfir.
Se le atribuye la longevidad propia de los habitantes de las montañas del Caúcaso.
A medida que pase el tiempo vuestro kéfir irá creciendo, y bastante rápido, así que ya podréis regalarlo a vuestros amigos y familiares para que ellos también puedan beneficiarse de su consumo.
Formas de conservación:
En el frigorífico se puede conservar la leche kefirada durante varios días.
Se puede congelar: lo lavamos y escurrimos bien. Lo metemos en una bolsa y metemos al congelador. De ésta forma podemos conservarlo mucho tiempo. Para volver a utilizarlo bastará con ponerlo 3 días en leche y desechar la primera leche kefirada obtenida. Después utilizar normalmente.
También se puede deshidratar: Lo lavamos y escurrimos, dejamos secar sobre un papel de cocina o tela limpia en un lugar bien aireado moviendo de vez en cuando hasta que adquiera un aspecto cristalizado y esté completamente seco. Los nódulos tomarán un color castaño, pero si se vuelven oscuros o verdes deséchalos ya que la deshidratación no se a efectuado correctamente. Para volver a hidratarlo lo debemos volver a meter en leche y cambiarla cada 2 días, repitiendo el proceso durante 10 días.
Si queréis conseguir kéfir y no conocéis a nadie que os lo pueda suministrar, poneros en contacto con nosotros.
tucasaverde332@gmail.com