Kéfir, qué es y cuáles son sus beneficios y propiedades

Por Ecocosas

¿Qué es el kéfir y para qué sirve?

El kéfir son unos gránulos que están compuesto de bacterias probióticas, principalmente la llamada Lactobacillus acidophilus y levaduras que contienen proteínas, lípidos y azúcares, así como minerales y vitaminas. Estos gránulos crean una fermentación que se conoce con el mismo nombre de kéfir.

Esta fermentación, cuyo nombre en turco significa “bendición” o “sentirse bien”, desde hace muchos años se utiliza en la región de Europa oriental y Asia, como bulgaria, el Cáucaso, los Balcanes, Turquía y otros países por sus beneficios digestivos y probióticos, que ayudan entre muchas otras cosas, al tracto intestinal.

Es así que hasta incluso existe la leyenda de que este fermento fue obsequiado al Profeta Mahoma por los monjes ortodoxos del Cáucaso.

El mismo, aunque por lo general se encuentra como kéfir de leche, se puede preparar igualmente con agua.

El kéfir se puede realizar tanto con leche (de vaca, de cabra, de oveja, etcétera) como con agua. Incluso con otras bebidas, como batido de soja, agua de coco y zumos naturales.

Kefir propiedades y beneficios

Las propiedades del kéfir hacen que este fermento se pueda utilizar para contrarrestar ciertas dolencias, y los beneficios son notables en la salud.

Si aún no sabes para qué sirve el kéfir y en qué casos aporta beneficios para la salud, aquí tienes unos ejemplos de los usos más comunes:

Problemas digestivos. Con el kéfir se pueden paliar diferentes malestares relacionados con el aparato digestivo, como por ejemplo el estreñimiento. En este caso, si se cuela en las siguientes 24 horas del inicio de su fermentación, puede tener propiedades laxantes que ayudarán a mejorar los síntomas del estreñimiento. Si el problema es que padecemos diarrea, debemos dejar el kéfir por más de 24 horas para que éste se vuelva más ácido y sus propiedades se vuelvan astringentes.

Presión arterial, kefir y colesterol. Entre los beneficios del kéfir se encuentra que disminuye la presión arterial y las concentraciones de colesterol malo en el organismo, así como la concentración de triglicéridos.

Osteoporosis y la salud de los huesos. Otro de los enormes beneficios de este probiótico natural es su acción sobre el sistema óseo, ya que contiene vitamina K2, la cual es necesaria para el metabolismo del calcio. Por lo cual, además de servir para evitar los riesgos de la osteoporosis y la descalcificación, aporta fuerza a nuestros huesos, lo cual nos ayuda a evitar fracturas y daños en los mismos. (
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/25278298 )

Refuerzo para las defensas. Sus vitaminas y minerales son muy buenos para fortalecer el sistema inmunitario y expulsar las toxinas del organismo.

Kéfir para adelgazar. Al mejorar el funcionamiento de la flora bacteriana, se impide la acumulación innecesaria de grasas en el cuerpo, por lo cual es un aliado perfecto de una dieta sana y una actividad deportiva constante para adelgazar.

Asma y alergia. Las propiedades antinflamatorias del kéfir son muy útiles para los casos de reacción alérgica o de síntomas del asma.

Kéfir y diabetes. Está científicamente demostrado que el kéfir ayuda a disminuir los niveles de glucemia y de hemoglobina glicosilada, por lo tanto es un buen aliado de las personas que padecen diabetes.

Valor nutricional del kéfir

Por cada 175 ml de kéfir, se encuentran la siguiente cantidad de nutrientes, entre ellos minerales y vitaminas, así como proteínas:

  • Calcio: 20% CDR
  • Fósforo: 20% CDR
  • Magnesio: 5% CDR
  • Proteína: 6 gramos
  • Riboflavina ( B2): 19% CDR
  • Vitamina B12: 14% CDR
  • Vitamina D, de la cual posee gran cantidad
  • Ácidos grasos en cantidades variables

¿Cómo se prepara?

Aunque se puede comprar ya listo para consumir, es muy fácil preparar el kéfir en casa. Para elaborarlo vamos a necesitar dos cucharadas de los gránulos de kéfir, medio litro de leche y un frasco grande con tapa.

Colocamos los gránulos y la leche en el recipiente. Si no es lo suficientemente grande, procuremos que queden al menos unos dos dedos libres en la parte superior.

Lo dejamos entre 12 hs y 48 hs, dependiendo la utilidad que le quieras dar.

Para hacer el kéfir de agua es exactamente lo mismo, la única diferencia es que vamos a añadir 2 o 3 cucharadas soperas de azúcar (mejor si es azúcar integral de caña o panela). La bacteria se alimentará de este azúcar. A partir de 24 horas, y mejor aún, a las 48 hs el kéfir de agua está más que apto para aportarnos sus propiedades probióticas.

Se recomienda evitar los materiales metálicos, como cucharas y coladores, y en su lugar utilizar otros materiales. El metal podría matar a la bacteria.

Kéfir cuidados

Tanto el kéfir de agua como el de leche deben recibir cuidados casi diarios. Esto es así si lo queremos para una dolencia u otra. Como en el ejemplo antes citado, para los problemas digestivos, el kéfir cambia de propiedades si está sólo un día en fermentación o si está 48 horas.

Se debe conservar a una temperatura de alrededor de 17 a 20ºC, sin luz directa y preferiblemente a media penumbra.

Se puede guardar en la nevera para pausar el proceso, y así guardar el fermento durante un tiempo. Esto en caso de que queremos seguir utilizándolo pero no queremos que se estropee.

También se puede congelar. En este caso, cuando lo queramos volver a utilizar debemos descongelarlo y ya se vuelve a activar el proceso de creación de kéfir.

Dónde comprar kéfir

El kéfir, tanto de leche como de agua, se puede comprar en dietéticas, herbolarios y tiendas especializadas listo para ser consumido. También está disponible en algunos supermercados y grandes superficies.

Aunque la forma más común es ya procesado (en forma de agua de kéfir o yogur de kéfir) es posible encontrar los gránulos de las bacterias que crean la bebida. Estos se pueden comprar en dietéticas y herbolarios. Ten en cuenta que cada vez que se alimentan y crean más kéfir, su tamaño aumenta. Lo puedes ir separando y regalándo a tus amigos o familiares.

Peligros y contraindicaciones del kéfir

Como muchos productos beneficiosos para la salud y el organismo, el kéfir también tiene algunas contraindicaciones.

Por ejemplo, cuando se sufre de alguna enfermedad digestiva crónica o grave, se deberá consultar al médico antes de comenzar a tomarlo.

Otra cosa que hay que tener en cuenta es que si bien se puede congelar la bacteria, es recomendable no congelar la bebida una vez creada, ya que los beneficios disminuirán.

Y, muy importante, si notas que el aspecto de los gránulos es diferente, que están raros o baboso y el olor es fuerte (en general es inoloro), es muy probable que esté en mal estado. En ese caso, deberás tirarlos.

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