Detrás de la cámara vuelve a situarse el director Joe Wright –que ya dirigió brillantemente a la joven actriz en ‘Orgullo y prejuicio'-. Durante dos años, Wright estuvo soñando con hacer el ‘making of’ de una sesión de fotos basándose en la singular relación entre Marilyn Monroe y el fotógrafo Douglas Kirkland. También fue idea suya que Keira condujese una moto, pero no una moto cualquiera: una Ducati de los años 70, una auténtica joya.
Tras la carrera en moto por París, llega el turno de rodar en interiores: los estudios de Arpajon, escenario de rodajes legendarios. Los tonos oro y champagne de este dúplex, en el que destaca una señorial escalera en el centro, aparecen como el más perfecto de los escaparates. Allí, Keira posa para un fotógrafo en la ficción –el actor Alberto Ammán, con el que juega a la seducción y el misterio- y para otro en la realidad: el prestigioso Mario Testino, que aceptó un auténtico reto: trabajar con una escenografía impuesta.
Aquí tenéis el video por completo (3')