No me ha sorprendido al encontrarme su tercer álbum como un símbolo de nostalgia hacia su larga trayectoria musical, no me ha sorprendido de que haya utilizado los estilos musicales que le hicieron ser el músico que es hoy en día y que al mismo tiempo no haya renunciado para nada a ningún momento de su época. Cuando dejo de hacer Rock N' Roll puro y duro para meterse en los años ochenta, una época donde el plástico derritió a muchos músicos sucumbidos en las grandes masas y en las listas de superventas. Eso sí, ahora, en una época donde el Rock es un estilo que ya dejo de estar en boga para las grandes masas a las que siempre se dirigió, hacer este disco de esta envergadura es un gran ejercicio de soberbia, que solo un gran funambulista como la ha llegado a ser Keith Richards a lo largo de su trayectoria. Un acróbata de alturas, que podría decir hasta sin red, pero no ese término ya no le sirve, él ya pinta canas y ha hecho que el mundo se satanice con su música. La cual no parara de sonar en tu mp3, discman, o tocadiscos, haciendo que en un periodo de casi una hora, regreses al Blues, al Rock N' Roll 1960,a su época más esplendorosa como fue los setenta, a los años ochenta hasta este momento, un momento que te dejara grandes aromas a los Rolling Stones, él es su sello en las composiciones. Y su nuevo álbum solo una excusa más para demostrar que él tiene todavía mucho que decir, lo demás... no importa nada.
Keith Richards Crosseyed Heart (2015) De la nada a Keith Richards
Publicado el 24 septiembre 2015 por Peter Allman @pedro12No me ha sorprendido al encontrarme su tercer álbum como un símbolo de nostalgia hacia su larga trayectoria musical, no me ha sorprendido de que haya utilizado los estilos musicales que le hicieron ser el músico que es hoy en día y que al mismo tiempo no haya renunciado para nada a ningún momento de su época. Cuando dejo de hacer Rock N' Roll puro y duro para meterse en los años ochenta, una época donde el plástico derritió a muchos músicos sucumbidos en las grandes masas y en las listas de superventas. Eso sí, ahora, en una época donde el Rock es un estilo que ya dejo de estar en boga para las grandes masas a las que siempre se dirigió, hacer este disco de esta envergadura es un gran ejercicio de soberbia, que solo un gran funambulista como la ha llegado a ser Keith Richards a lo largo de su trayectoria. Un acróbata de alturas, que podría decir hasta sin red, pero no ese término ya no le sirve, él ya pinta canas y ha hecho que el mundo se satanice con su música. La cual no parara de sonar en tu mp3, discman, o tocadiscos, haciendo que en un periodo de casi una hora, regreses al Blues, al Rock N' Roll 1960,a su época más esplendorosa como fue los setenta, a los años ochenta hasta este momento, un momento que te dejara grandes aromas a los Rolling Stones, él es su sello en las composiciones. Y su nuevo álbum solo una excusa más para demostrar que él tiene todavía mucho que decir, lo demás... no importa nada.