PÁNICO AL AMANECER
Grant vio en ese momento a un gran canguro gris de pie junto al camino. Amartilló su rifle y se acomodó a medida que el vehículo se aproximaba, bajando la velocidad. El animal estaba solo a unos seis metros de distancia, prácticamente inmóvil, justo en el límite de la zona de luz proyectada por el foco, y por alguna razón oteaba hacia la oscuridad. "Parece que ni siquiera se ha percatado del coche", pensó Grant en el momento en que el vehículo se detuvo. Entonces, agitado por la urgencia, disparó. Cuando la bala alcanzó su objetivo, se produjo un ruido sordo tan claro que Grant se imaginó que era como si le hubiese arrojado algo con la mano al animal. Cayó derribado de inmediato y desapareció entre los matorrales. Era un grupo de arbustos aislado, y no había otro lugar en el que refugiarse en varios metros a la redonda. Grant permaneció a la espera para ver si el canguro emergía de la vegetación. En ese momento un sonido horripilante salió de los matorrales; una respiración ronca, arrastrada y agonizante. - Buen disparo -dijo Joe. Pero Grant estaba paralizado, horrorizado por esos estertores, que en ese momento sonaban con un borboteo y se sofocaban. Se oían muy alto, realmente alto. - Ahora ya no se moverá -dijo Joe-. Voy a por él.
Kenneth Cook. Pánico al amanecer. Editorial Seix Barral, mayo 2011. Traducción de Pedro Donoso. Diseño e ilustración de la cubierta: Miguel Sánchez Lindo.
Y en este enlace, puedes, como ya te dije, ver la película entera en versión original subtitulada:
DESPERTAR EN EL INFIERNO
cuyo cartel, muy chulo, es este: