Año: 2013
Editorial: Paidós
Género: Autoayuda
Valoración: Está bien
Keri Smith es a la vez artista visual, ilustradora, columnista y escritora, destacando especialmente en esta última faceta. La mayoría de sus libros han sido publicados por editoriales reconocidas y traducidos a varios idiomas, y se pueden encontrar fácilmente en las grandes franquicias del sector. Además de todo ello, Keri Smith desarrolla Apps vinculadas a la creatividad e imparte talleres orientados al desarrollo de la creatividad artística.
Precisamente, Destroza este diario, quizás su obra más reconocida, es uno de esos textos orientados a fomentar la creatividad. Aunque la obra se presenta bajo el típico formato “libro” (es decir, tiene páginas, portada y contraportada), no tendría mucho sentido estudiar su valor como producto literario. Si intentara realizar una reseña al uso, me sumergiría en un sinfín de contradicciones: no me sería posible valorar la trama, porque no la tiene; o evaluar la fuerza de los personajes, por que no los hay. Tampoco podría analizar los diálogos; o medir el ritmo interno, las descripciones o el uso de los recursos literarios.
Y es que nada de eso aparece en Destroza este diario. La obra está articulada a través de imperativos que la autora dirige al lector, en la mayoría de las ocasiones mediante el uso de oraciones simples. Esas órdenes están impresas en distintos tamaños y tipos de letra, de tal manera que cada una de ellas se corresponda con cada una de las páginas del libro.
Destroza este diario es, por tanto, una obra inacabada que exige la complicidad del lector, quien para completar el libro tiene que devenir creador o artista. Según explica la autora en la última página del texto (“Garabatea en esta página y en los márgenes”), el lector/artista debe destruir para crear: la destrucción se presenta así como auténtico guía hacia el nirvana del hecho creativo. El reto es customizar el diario de una manera personal y única.
No se trataría tanto de un libro para leer, como de un libro para hacer o deshacer. Las tareas que propone Keri Smith son altamente singulares: derramar café en una página, realizar garabatos en otra, dibujar con pegamento, pegar pegatinas o hacer la lista de la compra. Destroza este diario se situaría entonces más cerca de los libros de mandalas para colorear, o de los ya clásicos cuadernillos Rubio, que de cualquier otra obra que pudiera ser tomada como literaria.
Por otra parte, resulta sumamente complejo justificar la relación que guarda la creatividad artística con la realización de tareas tan variopintas como las antedichas. En mi opinión, si uno tiene algún interés artístico, por ejemplo escribir o pintar, debería invertir su tiempo precisamente en escribir o en pintar, y en formarse para la escritura o la pintura. No obstante, si eres de los que piensa que una obra como esta puede ayudarte a crecer como artista, o en general a aumentar tu capacidad creativa; no puedo dejar de señalar que en el mercado editorial puedes encontrar versiones ampliadas del producto, como el Kit Destroza este diario en cualquier sitio o el Maletín Destroza este diario. Además del libro, ambas versiones incluyen lápices de colores y etiquetas adhesivas.
Lucas Albor
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