Posteriormente el Departamento de Estado matizó la amenaza del Secretario y afirmó que se trató "simplemente" de un "comentario retórico".
John Kerry se encuentra en Londres (capital de Inglaterra) buscando un respaldo político a su propuesta de ataque a Siria, pese a que el Parlamento británico rechazó la iniciativa presentada por el primer ministro David Cameron.
Kerry fue abucheado a su llegada a Reino Unido por manifestantes de la coalición Stop the War frente al Foreign Office. El secretario de Estado de EE.UU. intenta lograr el respaldo del Reino Unido a una hipotética resolución en las Naciones Unidas para autorizar la intervención militar.
No es la primera vez que los ciudadanos británicos han expresado su malestar con una posible intervención militar en Siria. Una encuesta reveló que el 47 por ciento de los británicos piensa que el rol de su país frente a la crisis en Siria debería ser “ninguna acción militar”. A finales de agosto ciudadanos de la coalición Stop The War protestaron frente a la residencia y despacho oficial del primer ministro británico, David Cámeron para condenar el eventual ataque a Siria.
Kerry afirmó a su llegada a Reino Unido que 12 países han suscrito ya la acción militar contra Siria tras la reunión de la Cumbre del G20, sin embargo, los países del BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), la Unión Europea (UE), la presidenta argentina, Cristina Fernández, y hasta el papa Francisco advirtieron de los riesgos que tendría un ataque a Siria, dejando a Estados Unidos con poco apoyo sobre el ataque militar a la nación árabe.
Los Estados del BRICS apoyaron la posición del gobierno ruso, que también insta a Washington a esperar los resultados que emanen de la investigación que emprende actualmente una misión de expertos de las Naciones Unidas (ONU), incluyendo el agravamiento de la situación humanitaria en gran parte del territorio sirio.
Reino Unido alineado con Washington
Por su parte, el canciller británico, William Hague, declaró que “estamos totalmente alineados con Estados Unidos", luego de reiterar su convicción de que la amenaza de una intervención militar es el modo más efectivo de disuadir al presidente Al Assad para que deje de usar armas químicas contra su población”.
Hague desestimó la postura del Parlamento británico y aseguró que apoyan a toda costa al gobierno de Barack Obama. “Pese al resultado del voto en el Parlamento, nuestra posición sigue siendo muy activa",recalcó Hague. "En el frente diplomático y en el humanitario estamos apoyando la posición de Washington".
Estados Unidos y otros países de Occidente acusan sin pruebas a Siria de usar armas químicas contra su propio pueblo y han levantado la voz sobre una inminente invasión militar a Siria, algo que ha sido rechazado por la comunidad internacional y las Naciones Unidas.
Pese a que el gobierno sirio ha entregado pruebas de los ataques con armas químicas por parte de los opositores armados, estos mismos grupos han confesado tener este tipo de armas en su poder y haberlas usado.
Además de estas pruebas consignadas, la Administración del presidente Barack Obama admitió que no posee “pruebas confiables”, ni mucho menos "irrefutables", que confirmen la responsabilidad del presidente sirio, Bashar al-Assad, en los supuestos ataques con armas químicas que habrían sido perpetrados el pasado 21 de agosto en las afueras de Damasco.
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