Puede que el título de esta columna sea una manera un tanto incendiaria de comenzar un texto, pero me jugaría el cuello a que al menos la mitad de los lectores del blog se han hecho la misma pregunta. Mi mamá me enseñó desde bien pequeño que, mientras se hable con respeto, se puede hablar de cualquier tema sin tapujos, y de lo que hoy vengo a hablaros con muchísimo respeto y sin ningún tapujo es de esos expertos en crear polémica que son los Premios Emmy, que con este año se han vuelto a lucir de nuevo. Muchas de sus decisiones nos llevan a preguntarnos qué criterios se han seguido para elegir a tal o cual fulanito y cuáles para descartarlo. Y ahí es cuando yo me cuestiono (entre muchas otras dudas que tengo, de las que también podremos hablar más adelante): ¿qué hace Kerry Washington nominada en la categoría de mejor Actriz de Drama? ¿Y qué hacen tantos actores nominados en general de Scandal?
Por si queréis hacer un repaso a la lista de todos los nominados, aquí podéis encontrar una de tantas listas que recogen sus nombres, en este caso del blog 'TV Spoiler Alert'. Lo primero que me llama poderosamente la atención es la inclusión de Kerry Washington en la categoría de Mejores Actrices de Drama, compitiendo junto a actrices de la talla de Julianna Margulies por su trabajo en esa fantástica quinta temporada que se marcó The Good Wife, o Lizzy Caplan, cuyo trabajo en Masters of Sex (gran punto para los Emmy) se ha visto reconocido. ¿Kerry Washington, con su interpretación en Scandal, es remotamente comparable al de esas otras dos mujeres, por ejemplo? Para gustos colores, por supuesto, pero seamos francos: la gran mayoría de los espectadores de Scandal reconocen que es una serie muy mamarracha y la actuación de la mitad de sus actores muy forzada. No pretendo ofender a ningún fan, tan solo me limito a reproducir las palabras de espectadores que pueden opinar sobre Scandal con criterio porque la han visto y que piensan de esa manera. Todos estos argumentos me llevan a echarle un ojo con más detenimiento a la lista de Actrices de Drama donde descubrimos que, sorpresa, todas las actrices excepto Kerry Washington son de raza blanca.
Premiar la diversidad me parece algo muy loable. Ojalá con el tiempo se llegase a ver en las series de televisión esa variedad racial y sexual tan refrescante de Orange is the New Black, porque lo cierto es que las series que protagonizan actores o actrices negras son muy escasas. Ahora mismo me vienen a la cabeza Luther, con ese guapazo de Idris Elba, y Sleepy Hollow, con Nicole Beharie de co-protagonista. Aún así, siguen siendo una minoría. Que una mujer de raza negra cargue con el protagonismo de una serie es algo para aplaudir, y mucho, pero los Emmy deberían existir para valorar la calidad interpretativa de los actores, no para premiar otro tipo de logros. Esto no hace más que demostrar la "paranoia" racial que existe en Estados Unidos, donde algunas voces de famosos se han alzado recientemente afirmando que, en la mayoría de premios importantes de este año, si no estabas del lado de '12 Years a Slave', eras racista. Esos son otros temas muy peliagudos que no vienen al caso, por supuesto, pero lo que está claro es que Kerry Washington no está ahí por su talento como actriz. Ala, ya lo he dicho.
Los Emmy son muy tradicionales, es fácil vértelos venir. De ciencia-ficción ni hablemos, ya ganó muchos premios The X Files en la década de los 90', y gracias. Desde entonces, pocas series de esa categoría han logrado llamarles la atención de nuevo. Las dolorosísimas ausencias de Tatiana Maslany, de Orphan Black, de Emmy Rossum y de esa joyita que es Shameless e incluso las de Hannibal y la mitad de su brillante elenco (¿para cuándo algo de reconocimiento para Mads Mikkelsen?) pesan, y mucho. En cambio, siguen triunfando las de siempre: Downton Abbey, porque es británica y elegante. The Big Bang Theory, que ya es una habitual en estos premios, y su adorado Jim Parsons, que estará repitiendo hasta el fin de los tiempos. También llaman mucho la atención nominaciones como las de Lena Headey -me vais a pegar, pero creo que en Game of Thrones hay actrices mucho más solventes- y las de Christina Hendricks de Mad Men, otra mujer que les encanta a los Emmy, pero en esta ocasión es dolorosamente llamativo comprobar que la han nominado a ella antes que a Elizabeth Moss, que ha sido de lo mejor de esta primera parte de la séptima y última temporada de Mad Men. Claire Danes también parece que estará ahí de por vida; siempre he pensado que sobreactúa, pero esa opinión ya es muy personal y no quiero meterme en más fregados.
Estas han sido las principales decepciones de los Emmy 2014, para mi gusto. Podría hablar de las alegrías, que también ha habido unas cuantas, pero elecciones como algunas de las que menciono a lo largo de esta columna me llevan a tomarme muy poco en serio y con menos ilusión los Emmy a cada año que pasa. Mismos patrones y falta de originalidad para unos premios que huelen a rancio desde hace ya mucho tiempo.