Me encanta el ketchup, no lo puedo remediar, no concibo una hamburguesa o unas patatas sin ketchup, (no se lo echo a todo, no me gusta ponérselo a la tortilla de patatas por ejemplo, para mi es un sacrilegio ponerle salsas a la tortilla), pero lo malo que tiene es que el industrial tiene un montonazo de azúcar, y eso se me va directo a las cartucheras, barriga y demás, así que decidí hacerlo yo misma. El resultado es estupendo, la textura como podéis ver es muy parecido al industrial y el sabor..., pues yo creo que es mejor. Os dejo con él.
Ingredientes.- 125 ml de salsa de tomate (casera).- 6 cucharadas soperas de pasta de tomate.- 60 ml de agua.- 60 ml de vinagre.- 3 cucharadas soperas de miel.- 1 cebolla.- 1/2 cucharada de ajo en polvo.- Sal y pimienta.
Pelar y trocear la cebolla en trozos muy pequeños, ponerla a pochar en una sartén con un poquito de aceite. Una vez que la cebolla esté transparente, añadir la salsa de tomate, la pasta de tomate, el agua, el vinagre, la miel y el ajo. Salpimentar y mezclar bien a fuego medio durante 15 minutos a fuego lento.
Una vez que haya pasado el tiempo, pasar nuestra salsa por el chino para que adquiera la textura de ketchup. Dejar enfriar y llevar a la nevera.
Espero que os haya gustado.