El ministro de Economía, Axel Kicillof, se manifestó este miércoles por la tarde "muy confiado" con respecto a la posibilidad de sellar un acuerdo definitivo de compensación con Repsol por la expropiación del 51% de sus acciones en YPF.
En declaraciones radiales, Kicillof celebró que el directorio de Repsol aprobara este miércoles "por unanimidad" el principio de acuerdo alcanzado entre Argentina, España y México el lunes. "Es un día muy bueno", aseguró el titular del Palacio de Hacienda.
"Estamos muy confiados", expresó Kicillof, quien Kicillof reiteró que en las negociaciones "participaron tres gobiernos: México, Argentina y España", y explicó que "a lo que arribamos es a un principio de acuerdo".
Recordó, además, los reclamos presentados por la empresa española ante el CIADI y las acciones legales "contra potenciales socios de YPF", y afirmó que "todo eso va a quedar allanado si este acuerdo termina de concretarse".
El titular de la cartera económica manifestó: "Nos preocupaba el bajo nivel de inversión que tenía YPF bajo (control de) Repsol" ya que "la trayectoria. tanto en producción como en reservas durante la gestión de Repsol, era de franco declive".
Al respecto, subrayó que "eso ha cambiado sustancialmente" desde la expropiación y afirmó que "pasamos de tener 20 a 65 equipos en operaciones", asegurando también que "estamos duplicando niveles de inversiones".
Al ser consultado sobre el mercado y los precios de las naftas, Kicillof indicó que "hoy YPF tiene más del 40%, casi el 50% del mercado de naftas y de las expendedoras", y que ha sido política del Gobierno nacional mantener un "precio menor al de la competencia". No obstante, afirmó que "tampoco esa diferencia debería ser demasiado grande para no romper el mercado".
Tras una reunión de más de cuatro horas, el consejo de Repsol aprobó por el acuerdo para cerrar el conflicto por la expropiación de la petrolera YPF, que implica un pago del Gobierno nacional al grupo español en forma de bonos del Estado (deuda soberana) a diez años, por una suma total de entorno a 5.000 millones de dólares.
En principio, no hay garantías adicionales porque la Argentina considera que, al ser bonos soberanos, la garantía es la máxima que se puede ofrecer en el país. La intención es emitir los bonos denominados en dólares cuanto antes, tras la validación del Parlamento argentino, de manera que estén en circulación antes de fin de año, consigna el diario Expansión.
En el momento en el que los reciba, Repsol los podrá vender en el mercado, si ese es su deseo, aunque para ello tendrá que asumir el descuento con el que esos bonos se puedan intercambiar.
Dos de los aspectos relevantes que quedan por afinar, y que serán objeto de la negociación definitiva que se produzca a partir de ahora es el calendario de los bonos y su rentabilidad. Son dos cuestiones aún abiertas. El acuerdo inicial contempla una rentabilidad (cupón) de entre 8,25% y el 8,75%. Y un periodo de gracia entre dos y cuatro años. El periodo de gracia es el tiempo en el cual un bono no realiza pago alguno.