Director: Noah Baumbach
Retomamos el repaso a Cannes 2017 de la mano de Noah Baumbach, que participa en la Selección Oficial con una película que se llama "The Meyerowitz Stories", con el mismísimo Adam Sandler y que tras su paso por Cannes será estrenada a través de la oportunista Netflix, que probablemente la tipifique como un producto original de ellos. Como sea, corresponde ver unas cuantos filmes de Baumbach y qué mejor que comenzar con "Kicking and Screaming", su opera prima, la cual dirigió teniendo 24 o 25 años, o quizás 23. La cosa es que se lanzó. A propósito, hay otra película también llamada "Kicking and Screaming" y yo lo supe de mala manera: el archivo que bajé decía que la película era la de Noah Baumbach pero cuando empecé a reproducirla, me di cuenta de que algo andaba mal y comencé a adelantar y vi que aparecía Will Ferrell y que la cosa trataba de fútbol americano y yo estaba "pero ¿qué mierda es esto?".
"Kicking and Screaming" es cine independiente pero del de verdad, del bueno, del auténtico, del honesto, como "Walking and Talking" de Nicole Holofcener (en los noventa se hicieron muy buenas películas independientes en Estados Unidos, quizás el único país en donde se pueda aplicar dicho término); cine que, a diferencia del cine indie de hoy (ese que sólo hace babear a la gente en Sundance, hecho por y para ellos), es la verdadera expresión de una inquietud, de un interés, de una cosmovisión, y no un simple ejercicio complaciente sin nada que decir de la vida que busca la aclamación fácil a través de sus relamidos y artificiosos envoltorios.
"Kicking and Screaming" retrata a un grupo de jóvenes recién graduados de la universidad (o del college, que creo tiene diferencias con una university, en realidad no me interesan esta clase de distinciones) que no saben qué hacer con sus vidas, probablemente porque estudiaron cosas artísticas, atrapados en un limbo del que no puede o no quieren salir porque, en primer lugar, realmente no se conocen a sí mismos y tampoco conocen el mundo al que se ven expuestos solitariamente, porque eso es lo otro: están por su cuenta, con miedo y totalmente inseguros. A través de un tono deliciosamente ligero pero denso en el fondo, y con un certero y punzante tratamiento de personajes, Baumbach captura, a través de una mirada diáfana y afable, ese período de la vida lleno de incertidumbre e incluso pesadumbre, de madurez si se prefiere, en donde se deben tomar decisiones vitales y cruciales, pues determinan el camino que se habrá de seguir a partir de entonces. Esto, desde luego, convierte a "Kicking and Screaming" en un relato de carácter intemporal pues no importa el año en que transcurre la historia o la época o qué sé yo: lo que importa es el momento, definitivo y trascendental, que le llega a todo joven que pretenda, o no, convertirse en una pieza más del engranaje que mueve el mundo occidental. A mí me ha gustado el personaje del bartender, que tiene las cosas muy claras; el resto no tanto, partiendo por el protagonista, un chiquito que se enojó con la novia porque se fue a estudiar a Praga, y ojo, que Chris Eigeman, el que interpreta al amigo serio y algo arrogante, ¡es el profesor arrogante que le hace imposible la vida a Malcolm en "Malcolm in the Middle"! Sabía que había visto su rostro en algún lado...
Y por último, nuca está demás decir que no hay ni una pizca de pedantería en "Kicking and Screaming", más bien un halo crítico y desmitificador aunque no por ello menos comprensivo y compasivo, o mejor dicho simpático y ameno. Y encantador, por supuesto...
Excelente opera prima.
Y no dejen de ver "Walking and Talking", que la pueden encontrar en este específico y exacto link, o la filmografía entera de Nicole Holofcener, dulce y encantadora pero también amarga y mordaz: una delicia, a fin de cuentas.