Una de las obsesiones más frecuentes de las jóvenes de hoy en día es conseguir una buena raya. Es decir, cuando se es joven y se empiezan a hacer los primeros pinitos en el mundo del maquillaje la WingedLiner o delineado superior del ojo es una de las técnicas más difíciles de dominar. Todas habíais entendido esto, ¿no?
Bueno, digo de las jóvenes pero en realidad suele ser un reto frecuente en gente de todas las edades a juzgar por la cantidad de veces que he oído preguntar cómo se hace para conseguir un delineado estiloso en vez de acabar pareciendo Amy Winehouse (descanse en paz) en un mal día.
Pues bien, la clave es bien sencilla: practicar, practicar y practicar.
Eso sí, también hay algún que otro truquillo que puede ayudarnos a hacerla. Personalmente, yo empiezo haciendo un rabillo siguiendo la línea imaginaria que una el extremo exterior del ojo con la ceja. Después, parto del extremo del rabillo hacia el interior del ojo intentando hacer una línea tangente al mismo y, por último, relleno los huecos que puede haber al ras de las pestañas y perfecciono la parte próxima al lagrimal.
De todas formas, esto no es ni mucho menos una ciencia exacta, hay días que me queda un delineado Pin-Up de lo más elegante y, sin embargo, hay otros que...en fin, digamos que he arruinado maquillajes muy currados en más de una ocasión y también que varios looks años 50 han tenido que dar el salto al mundo de la psicodelia y del Smokey de una manera poco voluntaria.
El truco para mi es comenzar a practicar empleando un lápiz negro, siempre afilado al máximo. Así, a las novatas, inexpertas y a las del pulso para robar panderetas os será más sencillo controlar los trazos y, en caso de que la raya acabe con más curvas que la A8 (Autopista de Peaje Bilbao-Donostia), siempre se puede recurrir al difuminado del infortunio en cuestión y evitar tener que rehacer el look por completo.
Una vez dominado el lápiz, para mí el siguiente paso lógico son los Eyeliner de rotulador con la punta de fieltro. En mi opinión, éstos son los más manejables y cómodos para hacer grandes delineados y, además, suelen se muy negros. Eso sí, si la cagas con un eyelines de rotulador poco se puede hacer para solucionarlo. Yo lo único que me permito en materia de retoques es humedecer un algodoncito y limpiar la parte inferior del rabillo en caso de haberme pasado. El resto de errores: irreversibles.
El tercer y gran último salto en materia de eyeliners son aquellos que se aplican con pincel y que exigen el cien por cien de las habilidades de concentración, destreza y maquillaje sin interrupciones. a mi modo de ver, son los más difíciles de dominar y los que mas tiempo llevan aunque también el acabado que ofrecen suele ser algo más sofisticado que los de los rotuladores o los lápices. Personalmente, este tipo de delineados son los que menos empleo ya que a diario no tengo tiempo ni ganas para ponerme en plan El Greco así que suelo reservarlos para los fines de semana o los looks del blog (porque vosotras lo valéis).
por supuesto, un artista no es nadie sin unas buenas herramientas pero, ante todo, lo que marca la clave del éxito o lleva a un fracaso estrepitoso es la calidad de la materia prima. Como yo tiro mucho de este recurso porque sin delineado ya ni me veo, por mis manos han pasado, padecido y muerto mucho y muy distintos tipos de eyeliners. Mi último avituallamiento fue a cargo de KIKO (como no podía ser de otra forma) gracias a la colección Bad Girl? que sacaron a principios de año. Así, mis víctimas fueron el Daring Look Eye Marker, el Lasting gel Eyeliner y, ya de paso, el Ultimate Pen Long Wear Eyeliner (qué pereza de nombres, por favor!)
Del primero poco os puedo contar ya que aún lo tengo prístino y virginal esperando el momento perfecto para salir del armario (??!!) pero si que os puedo hablar y muy bien de los dos siguientes. El UPLWE es un delineador en rotulador de lo más clásico pero que tiene más modesto precio que otros (6'90) y, sin embargo, cumple su función a las mil maravillas.
Es cómodo de usar, muy pigmentado y funciona bien encima de cualquier tipo de producto, cosa que no sucede con otros rotuladores low cost. No se descompone con el paso del tiempo no presenta ningún otro inconveniente que pueda relataros hasta la fecha. Además la punta es cómoda y funciona bien y el diseño general del rotulador (fino y con una zona central para agarrarlo) me resulta bastante ergonómico.
En cualquier caso y, aunque el anterior lo uso todos los días, es el Eyeliner en Gel el que me ha camelado totalmente. Hace tiempo, ya sacaron un producto así con otra colección y todo el mundo decía estar encantado con él. Como en aquel momento me lo perdí, en cuanto lo vi de nuevo en los stands no me lo pensé ni medio segundo y decidí que bien podía invertir (7`90) en probarlo. ¡¡Menudo acierto!!
Para empezar, la cantidad que trae el tarrito es muchísimo más generosa que la que suelen traer los de gama alta. Aparte de eso, comparado con el de Bobbi Brown que es el otro que yo tengo, su textura es mucho más líquida y fluida, como una gelatina, de manera que se aplica de manera muy fácil y deja un resultado impecable y ostensiblemente negro. La única pega es que, mientras el de BB funciona a las mil maravillas para las waterlines (no lo cambio por nada cuando hago smokeys), el de KIKO a mi me picó al aplicármelo en esa zona y no creo que esté pensado para emplear de esta manera.
Por lo demás, es a mi modo de ver un producto muy recomendable y, si estáis dando vuestros primeros pasos en el mundillo de los delineados, es una opción muy interesante y económica para ir haciendo mano con este tipo de productos.
Y vosotras, ¿qué tipo de eyeliner preferís?