Los ocho capítulos de la primera temporada se emitieron por primera vez entre abril y mayo de 2018 y se centran en la investigación que lleva a cabo una agente del Mi5 especializada en asesinas (Eve, Sandra Oh). El rastreo de una de ellas (Villanelle, Jodie Comer) hace que la agente se obsesione y se produce una muy peculiar persecución por varios países europeos. La producción y gran parte de los guiones de esta primera temporada corren a cargo de Phoebe Waller-Bridge (a mi juicio el alma y genio de esta serie) y se basan en una saga literaria de Luke Jennings. Impactante cuando muestra los asesinatos de Villanelle, imprevisible gracias a sus giros argumentales y muy atinada en la construcción de personajes (genial el contraste entre protagonistas y magnéticas las dos actrices) se consume rápido y fácil con creciente interés, pero en su tramo final enloquece un poco dejando abierta la conclusión para una segunda temporada que se firmó antes de su estreno.
Los ocho capítulos de la primera temporada se emitieron por primera vez entre abril y mayo de 2018 y se centran en la investigación que lleva a cabo una agente del Mi5 especializada en asesinas (Eve, Sandra Oh). El rastreo de una de ellas (Villanelle, Jodie Comer) hace que la agente se obsesione y se produce una muy peculiar persecución por varios países europeos. La producción y gran parte de los guiones de esta primera temporada corren a cargo de Phoebe Waller-Bridge (a mi juicio el alma y genio de esta serie) y se basan en una saga literaria de Luke Jennings. Impactante cuando muestra los asesinatos de Villanelle, imprevisible gracias a sus giros argumentales y muy atinada en la construcción de personajes (genial el contraste entre protagonistas y magnéticas las dos actrices) se consume rápido y fácil con creciente interés, pero en su tramo final enloquece un poco dejando abierta la conclusión para una segunda temporada que se firmó antes de su estreno.