Directa a la mandíbula con tal contundencia que la cabeza rebota en el suelo. Una narración sin florituras. Sin juego de pies en el cuadrilátero. Una patada en las partes nobles. Un exabrupto donde más duele, en la imaginación del lector que se acerca a una novela refrescante, cinematográfica y trepidante.
Personajes de la calle. Nacidos en un callejón oscuro. Inteligentes como perros callejeros y escurridizos como el gato negro que pasa delante de los faros de un coche destartalado en un polígono industrial. Así son los que presenta Ramón Palomar en 'Sesenta kilos', su debut literario.
'Sesenta kilos'
Autor: Ramón Palomar
Editorial: Grijalbo
Aire fresco, una novela negra que se bebe. Adictiva. Una trama y unos personajes que se pueden llevar a la gran pantalla. Con su ritmo alto y su acción visual como un golpe, hace que el lector no sea capaz de parar.
Ideal para despejar la mente. Leer sobre sangre salpicada y puñetazos. Sobre una huida hacia adelante. Tal vez hacia ninguna parte. Influencias de Don Winslow o Tarantino. Sin duda me gustaría verla convertida en película, dirigida por el Alex de la Iglesia más ácido y rebelde.
Recomendable a los amantes de la novela negra, de los diálogos directos, de los personajes que no se andan por las ramas. Sin duda un descubrimiento este escritor novel que ‘ahostia’ con la pluma como lo hace su personaje Mauro ‘el tiburón’.