Luis Balaguer aparece en algunas biografías como "el guitarrista payo de jazz y flamenco, conocido mundialmente" como Luis Balaguer -no, espérate-. Conocidos son sus pinitos con Parrila de Jerez, su amor por el toque de Toti Soler o Diego el del Gastor, sus estudios superiores en Cñordoba y su perfeccionamiento jazzístico en el prestigioso Taller de Músicos de Barcelona. Pocos recuerdan, eso sí, su bautismo en el grupo Inopio, en los efervescentes años ochenta y posteriores, junto al inefable Melchor Campuzano.. Poseedor de un lenguaje particular y de una técnica extraordinaria, Balaguer "muere" por Paco de Lucía y West Montgomery, como su colega Carlos Villoslada se pirra por Paco Toronjo y Charlie Parker. Dulces condenas entre ritmos errantes y transparentes. También saben mucho de tal circunstancia Cortejosa y Rubem Dantas, la Sonora Big Band y tantos otros. El polifacético Balaguer los conoce de primera mano, con ellos ha recorrido mil escalas, como un crucero en alta mar.
Septiembre, Cultura, Diario de Cádiz