Este año tuvimos la suerte de poder verlos otra vez en Barcelona por duplicado como parte de este nuevo tour. Inmensos y colosales, junto a Genesis, Yes y Pink Floyd son el olimpo de los dioses creadores de una música que está más allá del bien y del mal, y que experimenta por caminos que abren fronteras de la percepción, la emoción y la calidad. Ese monstruo de 7 patas capitaneado por Robert Fripp estuvo en el Teatre Coliseum de Barcelona celebrando sus 50 años, y exploraron su inabarcable catálogo. King Crimson, o cómo asistir a la creación en vivo de formas, abismos, paraísos, laberintos, dinámicas, paisajes, universos, seres vivos, y estructuras arquitectónicas. La maestría y elegancia de una banda única y atemporal que siempre me recuerda el motivo por el cual seguimos amando a esta música.