Estos conciertos, tuvieron lugar en marzo de 1971 en el auditorio Fillmore West de San Francisco, propiedad del célebre promotor Bill Graham. Para su realización, ejecutaron una maniobra espectacular que ideó el periodista Jerry Wexler, en la que pretendía llegar a la audiencia hippie de San Francisco, pasando por la música Soul y también por la denominada “música del alma”.
Curtis Ousley, más conocido por el sobrenombre de “King Curtis” nace en 1934 en Fort Worth (Texas). Comienza su carrera en los años 50, especializándose en géneros que abarcan desde el soul-jazz, southern-soul, R&B o el harp bop. En esta época, graba para un elevado número de compañías discográficas de Nueva York, y logra convertirse en un virtuoso saxofonista, obteniendo mucho éxito con temas como el clásico “Soul Twist”. Todo ello, le valió para poder fichar por el gigante discográfico “Atlantic Records” en 1958.
Durante la década de los sesenta, decide cambiar de sello discográfico. Pero curiosamente, vuelve a recalar en Atlantic Records en una nueva segunda etapa y colabora con algunos mitos del soul. Consigue el tan ansiado reconocimiento, y se sitúa como director musical de la dama del soul, Aretha Franklin.
Centrándonos en el álbum, para su grabación y conciertos, King Curtis formó un “dream team” para la ocasión, compuesto por Cornell Dupree (guitarra), Jerry Jemmont (bajo), Bernie “Pretty” Purdie (batería), Truman Thomas (piano eléctrico) y Pancho Morales (congas). Por si fuera poco, a estos extraordinarios músicos los acompaña como estrella invitada el genial Billy Preston a los teclados, arropados por la incendiaria sección de vientos “The Memphis Horns”.
Continúan con la excelente versión de Procol Harum, “A Whiter Shade Of Pale”, en dónde King Curtis nos demuestra su innata habilidad al saxo, junto a la enorme calidad de Billy Preston. Siguen con una versión desconcertante del famoso tema de los Led Zeppelin “Whole Lotta Love”, esta vez en clave soul-funk, destacando el espléndido trabajo del baterista Bernard Purdie.
Una de las pistas más memorables del LP es “I Stand Acussed”, soberbio saxo, que da paso a “Them Changes”, otra de las conocidas versiones del álbum, perteneciente a Buddy Miles, ex baterista de Jimmi Hendrix. Otras joyas de incalculable valor son el clásico “Ode To Billie Joe”, “Mr. Bojangles” con un solo sencillamente perfecto y la infernal versión de Stevie Wonder “Signed, Sealed Delivered (I´m Yours)”.
Con un sonido de absoluta gloria y una atmósfera increíble en directo, King Curtis se posicionó como uno de los más grandes saxofonistas del R&B, y en uno de los máximos exponentes de la música negra, dejándonos como testimonio este magistral Long Play para la posteridad.
Desafortunadamente, unos meses después de la grabación del disco, su carrera en estado de gracia y su vida se vieron truncadas de manera inesperada. El 13 de agosto de 1971, fue asesinado en las escaleras de su apartamento de Nueva York. De este vil modo, se llevaron a esta gran estrella a la tumba, nos privaron de su genuina música para siempre, en un año maldito para la ya extensa historia del rock and roll.