Kingdom Come: Deliverance, análisis medieval

Publicado el 27 septiembre 2019 por Marcos Kero @jugamosoque

Henry, el humilde aprendiz de herrero que se ve inmerso en una cruel guerra en el maravilloso mundo de Kingdom Come: Deliverance

Kingdom Come: Deliverance, es uno de esos juegos profundos en los que puedes verte inmerso cientos de horas y una vez acabado, tener ganas de más. A continuación os resumo un poco la historia sin hacer mucho spoiler.

Las primeras horas de juego, las pasaremos (al contrario que muchos juegos de su género), de forma muy tranquila y habituándonos tanto a los controles como a nuestro personaje, Henry. Encarnaremos a este humilde aprendiz de herrero mientras realizamos tareas mundanas, nos divertimos con los amigos, ligamos con la moza del pueblo o nos enfrascamos en una divertida pelea a puñetazos.

¡Pelea como un hombre!

Pero no todo son risas y jolgorio, cuando menos lo esperas, el pueblo es atacado por un numeroso ejército de origen desconocido y todo lo que Henry conoce y ama, es devastado por las llamas o por los malvados soldados. Durante el resto de la historia, veremos como Henry sube en la escala social a medida que avanzamos.

Historia

La historia es un punto fuerte de Kingdom Come: Deliverance, ya que consigue que tomes conciencia de la pérdida y la sed de venganza de Henry. Tanto este primer momento como muchos otros a lo largo de este magnífico RPG nos hará estar enganchados a la pantalla durante muchas horas, ávidos de más información y aventuras, de alguien con quien puedes sentirte tan identificado como Henry.

Kingdom Come: Deliverance, no es el típico RPG con magos, elfos, enanos o dragones, es una especie de simulador medieval donde prima el «realismo» (evidentemente hasta un punto, ya que si no Henry moriría de disentería al segundo día) en el que se basa la aventura, para hacernos creer que realmente estamos en el medievo y no en otro Skyrim.

La historia y personajes de Kingdom Come: Deliverance, están a otro nivel.

Henry, el nuevo héroe humilde

Otra cosa a tener en cuenta sobre Henry es que, si bien puede manejarse en una pelea, está lejos de ser un maestro de la espada. El combate cuerpo a cuerpo en Kingdom Come: Deliverance es una simulación medieval, con lo cual es un combate pesado y muy violento. Comete el más mínimo error y terminarás muerto, lo que te obliga a pensar cuidadosamente cada golpe, bloqueo, finta… sí, el combate es maravillosamente difícil.

Las batallas son muy realistas.

Pero no todo es combatir, para los que rehúyen de los combates, también tienen posibilidad de divertirse en un extenso mundo de diálogos, alternativas no violentas de superar misiones y interacción dinámica. Henry aprende haciendo, por lo tanto, la equitación mejora a medida que exploras, tu habilidad con la espada aumenta en las batallas y tu arco se vuelve más preciso con cada flecha que golpea su objetivo. Es el mejor sistema de nivelación, por que crea la ilusión de que Henry está mejorando lentamente con las cosas que hace, en vez de dominarlas automáticamente tras acumular un cierto número de puntos de experiencia.

Un mundo maravillosamente grande

El mundo de Kingdom Come: Deliverance, es algo maravillosamente diseñado para que estés horas y horas recorriendo y disfrutando de sus realistas ríos, caminos o bosques. Es muy interesante ver como los NPC siguen unas rutinas diarias de dormir, levantarse, desayunar, ir a trabajar… todo está mimado al detalle, tanto es así, que los personajes variarán la forma de comunicarse contigo dependiendo de la hora, de si te has lavado… Los bosques en particular son impresionantes; profundos, exuberantes y misteriosos, son como entrar en otro mundo.

En la era medieval, los asedios están a la orden del día.

Muchos RPG modernos pierden su magia al usar en exceso los marcadores de mapa, algo que Kingdom Come evita deliberadamente en su diseño de misiones. Si necesitas encontrar a alguien, no te marcará su ubicación exacta, solo la ciudad en la que vive y aveces, como mucho, el área de la ciudad donde empezar a preguntar. Tampoco te marcará la ubicación de un campamento de bandidos, sino la franja de bosque en la que puede estar escondido. Esto puede ser frustrante para mucha gente, aunque sinceramente, a este tipo de gente no les recomendaría un RPG, más bien algo de acción rápida tipo Call of Duty ;) .

Secundarias a la altura

Una buena variedad de misiones mantiene las cosas interesantes, desde grandes batallas y asedios a castillos, hasta actividades más tranquilas como cazar, resolver disputas y robar bodegas para señores alcohólicos. También hay momentos en que el juego se convierte en una entretenida investigación policial, y Henry demuestra sus dotes de Sherlock Holmes medieval.

Lucha realista, un regalo para mis ojos.

Además de la historia principal, de un tono más serio, hay muchas misiones divertidas y memorables, que incluyen un encuentro con un sacerdote de moralidad cuestionable al estilo GTA y un viaje de caza en el bosque con el carismático dueño de su propio DLC, Hans Capon.

Conclusiones

Al igual que muchos juegos con este nivel de profundidad y ambición, Kingdom Come: Deliverance está plagado de errores, aunque eso sí, a estas alturas están casi todos corregidos. Hay cosas relativamente inofensivas, como personajes atrapados en las paredes o flotando en el aire en algunas escenas. Pero a veces es más complejo, como el concurso de tiro con arco donde ocurrían mil y un bugs que te impedían ganar. Amén de todo esto, hay que sumar los numerosos crashes y salidas a escritorio, que por fortuna, ya han sido arreglados.

Kingdom Come: Deliverance, de Warhorse Studios, es una de las experiencias RPG más gratificantes que existen y si amas el género, es o debe ser un imprescindible en tu biblioteca.




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