Cumpliendo el anuncio realizado la semana pasada y sin temer a las represalias europeas, el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner ordenó expropiar el 51% de YPF, a la que declara "una empresa de interés público". El porcentaje nacionalizado provendrá enteramente de la participación del 57,4% que controla la española Repsol, que se quedará solo con el 6,4% de la empresa argentina. El grupo argentino Petersen, propiedad de la familia Eskenazy, mantendría el 25,46% que tiene a día de hoy.
Según el texto del reglamento, leído por Cristina Fernández en la Casa Rosada, el Gobierno remitirá al Parlamento una norma en la que declara "de utilidad pública y sujeto a expropiación" el 51% del capital de YPF. Del capital expropiado por el 51% de la empresa, el Estado central asumirá un 51% y las provincias un 49%, de modo que el Gobierno tendrá un 26,01% del capital final y las provincias, el 24,99% restante.
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Somos el único país de América y casi del mundo que no maneja sus recursos naturales. Pero hubo motivos más fuertes para tomar esta decisión... Tras la desnacionalización de YPF en 1998, el país ha acabado convirtiéndose en importador neto de gas y petróleo... De proseguir la política de vaciamiento [de YPF], con no producción y no exploración, prácticamente nos convertiríamos en un país inviable, no por falta de recursos sino por políticas empresariales", dijo la presidenta de Argentina
La Casa Rosada considera que YPF valía hace tres meses 18.000 millones de dólares. Sin embargo, tras los varapalos en bolsa por las amenazas de nacionalización, la cotización tan sólo asciende a 10.000 millones. De hecho, el regulador bursátil estadounidense (SEC) volvió a requerir información a YPF por la volatilidad de sus títulos.
El gobierno de Mariano Rajoy pidió ayuda internacional ante los temores de la expropiación de la petrolera. Sin embargo, menos de un tercio de la empresa está en manos de españoles, como puede verse aquí y aquí. Recomiendo también leer: Algunos datos sobre Repsol y La expansión de Repsol y la recolonización de América LatinaUna mirada no convencional al neoliberalismo y la globalización